APUNTE.COM.DO, Santo Domingo.– La frase atribuida a Albert Einstein, “la imaginación es más importante que el conocimiento”, mantiene plena vigencia en un mundo saturado de información, tecnología y avances científicos. Lejos de restar valor al saber, la expresión invita a repensar cómo se construye el progreso humano.

El conocimiento representa lo que ya ha sido aprendido y comprobado; la imaginación, en cambio, abre la puerta a lo que aún no existe. Es el punto de partida de la innovación, la creatividad y las grandes transformaciones sociales, científicas y culturales.

En tiempos donde el acceso a datos es prácticamente ilimitado, la diferencia no la marca cuánto se sabe, sino qué se hace con ese conocimiento. Sin imaginación, la información se acumula; con imaginación, se convierte en soluciones, oportunidades y desarrollo.

Expertos en educación advierten que muchos sistemas siguen priorizando la memorización por encima del pensamiento crítico y creativo. Esta práctica limita la capacidad de las nuevas generaciones para enfrentar problemas complejos y adaptarse a un mundo en constante cambio.

La historia confirma que los grandes avances nacieron primero como ideas que parecían imposibles. La imaginación permitió a la humanidad ir más allá de los límites establecidos por el conocimiento de su tiempo.

Comentario de Ramiro Estrella

“El conocimiento sin imaginación produce técnicos; la imaginación acompañada de conocimiento produce líderes, innovadores y sociedades con visión de futuro. El desafío está en equilibrar ambos”, afirma el periodista y abogado Ramiro Estrella.

Apunte final:
En la era de la información y la inteligencia artificial, la imaginación no pierde valor; al contrario, se convierte en el factor decisivo para transformar el conocimiento en progreso real.