APUNTE.COM.DO, Santo Domingo.– Llegar a los 65 años y más con calidad de vida no es solo una cuestión de suerte o herencia genética. Especialistas en salud y envejecimiento coinciden en que los hábitos cotidianos juegan un papel determinante en la longevidad y, sobre todo, en cómo se vive esa etapa de la vida.

Diversos estudios internacionales advierten que muchas de las enfermedades crónicas que afectan a los adultos mayores están directamente relacionadas con conductas mantenidas durante años y que, aunque comunes, pueden y deben ser corregidas a tiempo.

1. El sedentarismo, un enemigo silencioso
Permanecer largas horas sentado y evitar la actividad física acelera el deterioro muscular, óseo y cardiovascular. Caminar a diario, aunque sea 30 minutos, reduce el riesgo de muerte prematura y mejora la movilidad en la vejez.

2. Mala alimentación sostenida en el tiempo
El consumo excesivo de azúcares, grasas saturadas y alimentos ultraprocesados incrementa el riesgo de diabetes, hipertensión y enfermedades del corazón. Una dieta balanceada, rica en frutas, vegetales y alimentos naturales, es una inversión directa en longevidad.

3. Dormir mal o muy poco
La falta de sueño reparador afecta la memoria, el sistema inmunológico y la salud emocional. Con el paso de los años, dormir menos de seis horas se asocia a un mayor riesgo de deterioro cognitivo y enfermedades crónicas.

4. Vivir bajo estrés constante
El estrés prolongado eleva los niveles de cortisol, debilita el sistema inmune y daña el corazón. Aprender a manejar las tensiones diarias es clave para un envejecimiento saludable.

5. Aislamiento social
La soledad no solo afecta el estado de ánimo. Estudios la vinculan con mayor riesgo de depresión, demencia y muerte temprana. Mantener vínculos familiares y sociales activos es tan importante como una buena dieta.

6. Evitar los chequeos médicos
Muchas enfermedades avanzan sin síntomas. No acudir al médico con regularidad impide detectar a tiempo padecimientos como la hipertensión, el colesterol alto o el cáncer.

7. Actitud negativa ante la vida
El pesimismo crónico impacta directamente en la salud física y mental. Mantener una actitud positiva y propósitos claros se asocia con mayor esperanza de vida y mejor bienestar emocional.

Comentario de Ramiro Estrella

“En una sociedad que envejece aceleradamente, como la dominicana, hablar de longevidad no es solo hablar de vivir más, sino de vivir mejor. Romper malos hábitos a tiempo puede marcar la diferencia entre una vejez dependiente y una etapa llena de dignidad y bienestar”, señala el periodista y abogado Ramiro Estrella.

Apunte final
Los expertos coinciden en que nunca es tarde para cambiar. Pequeñas decisiones diarias pueden abrir el camino hacia una vida más larga, activa y saludable después de los 65 años.