APUNTE.COM.DO. SANTO DOMINGO. -La expresión dominicana “es más la sal que el chivo” volvió a escucharse con fuerza esta semana, en medio de debates sobre decisiones que terminan siendo más costosas que el propio problema que buscan resolver.

Especialistas en gestión pública señalan que esta frase, tan sencilla como punzante, refleja una realidad frecuente: soluciones improvisadas que generan gastos innecesarios.

El economista Haivanjoe Ng Cortiñas explicó que en varios proyectos públicos y privados se invierten recursos desproporcionados frente al beneficio real. “Muchas veces terminamos pagando por la sal más de lo que vale el chivo”, comentó.

En el ámbito empresarial, la consultora internacional Deloitte advierte que los costos indirectos mal calculados suelen llevar a pérdidas significativas, especialmente cuando no existe planificación estratégica.

La frase también ha ganado espacio en conversaciones ciudadanas. Para muchos, representa la frustración ante trámites largos, procesos burocráticos o inversiones mal diseñadas que complican más lo que intentan solucionar.

Incluso en la vida cotidiana, expertos en comportamiento social destacan que las personas suelen caer en el error de sobrecomplicar situaciones simples, gastando más energía o dinero del necesario.

Comentario de Ramiro Estrella, periodista y abogado, director ejecutivo de Apunte.com.do

En un país donde cada decisión cuenta, esta expresión es un recordatorio oportuno: no se puede justificar una sal tan cara que termine opacando el valor del propio chivo. Planificar es ahorrar. Improvisar, al final, siempre sale caro.