APUNTE.COM.DO, Santo Domingo. — La crisis azul alcanza niveles críticos. Los Tigres del Licey, uno de los equipos más históricos de la Liga Dominicana de Béisbol Profesional, ocupan el último lugar de la tabla de posiciones con un preocupante récord de 9 victorias y 15 derrotas. La afición y el cuerpo técnico viven días de incertidumbre mientras el equipo busca una reacción que todavía parece lejana.
Racha negativa ante las Estrellas Orientales
La situación se agrava por una racha de tres derrotas seguidas ante las Estrellas Orientales, un rival directo en la lucha por los puestos de clasificación. Según fuentes cercanas al club, estos juegos han minado la moral del equipo y encendido rumores dentro de la organización.
Puestos en juego para Gilbert Gómez
En los pasillos del Licey se comenta cada vez más bajo que el puesto del dirigente Gilbert Gómez podría estar en peligro si no se produce un giro inmediato en los resultados. La presión sobre su gestión crece, y algunos aficionados ya exigen decisiones drásticas para revertir la caída.
Opinión de Ramiro Estrella
Ramiro Estrella, periodista y abogado y director ejecutivo de Apunte.com.do, expresó:
“El Licey no puede depender solo de la historia ni de la pasión de sus fanáticos. Si Gilbert Gómez no logra una reacción rápida, la temporada podría desmoronarse antes de lo previsto. Es momento de tomar decisiones fuertes, asumir riesgos calculados y demostrar que este equipo aún tiene la garra para pelear.”
Próximos retos decisivos
Con la recta final de la temporada regular acercándose, cada partido se vuelve una prueba de fuego. Para salir del pozo, el Licey deberá ajustar su estrategia, reforzar su pitcheo y conseguir que la ofensiva responda bajo presión. Además, debe hacerlo con un Gómez al borde del abismo técnico, ante un público que reclama urgentemente un cambio.
La presión crece
El pánico se respira en los pasillos de la organización y en los graderíos del estadio. La grandeza histórica de los Tigres contrasta dolorosamente con su realidad actual y la fanaticada exige más que promesas: quieren resultados. Ganar ya no es una opción, es una necesidad para salvar la temporada y la reputación del timonel.