El Culto Moderno a la Riqueza: Medios, Explotación y la Ilusión de la Meritocracia
Por: Héctor Geager, PhD
(Por una sociedad más justa y una democracia más representativa)
Introducción
En la era digital, las redes sociales y los medios masivos han tejido una narrativa que glorifica a los ricos, transformando su éxito en objeto de admiración colectiva. Este fenómeno, sin embargo, encubre una realidad cruda: la concentración de la riqueza en el 1% y la explotación sistémica de la clase trabajadora. Como señala Piketty (2014), el capitalismo moderno favorece que el capital crezca más rápido que la economía, perpetuando las desigualdades.
Este ensayo explora cómo los medios construyen este culto, distrayendo de preguntas críticas sobre poder, explotación y justicia económica. Además, sintetiza evidencia académica y datos económicos para develar las contradicciones del culto a la riqueza, llamando a una reflexión urgente sobre justicia y equidad.
1. La Construcción del Culto a los Ricos
Las plataformas digitales exhiben estilos de vida opulentos, promoviendo una ilusión de accesibilidad. Influencers y reality shows como Keeping Up with the Kardashians normalizan el consumismo extremo, mientras algoritmos amplifican contenidos aspiracionales (Zuboff, 2019).
Este “teatro de la riqueza” genera una falsa narrativa de meritocracia, donde el éxito económico se atribuye al esfuerzo individual, omitiendo estructuras de privilegio. Como advierte Chomsky (1988), los medios “manufacturan consenso” al omitir críticas al sistema, reforzando la admiración acrítica.
2. Falsa Conciencia y Distracción Mediática
Marx (1848) introdujo el concepto de “falsa conciencia”: la clase trabajadora internaliza ideales que perpetúan su opresión. Hoy, los medios continúan esta dinámica, ocultando quiénes son los verdaderos dueños de empresas y bancos.
Según Oxfam (2023), el 1% más rico posee el 45% de la riqueza global, mientras millones viven endeudados. Sin embargo, las narrativas mediáticas rara vez cuestionan a conglomerados como Amazon o BlackRock, cuyos dueños acumulan poder económico y político (Reich, 2015). Por el contrario, estos “pulpos” y sus propietarios se convierten en objetos de admiración.
Un ejemplo claro lo ofrece Jeff Bezos, quien hace aproximadamente cinco años declaró que Amazon no utilizaría tecnología para despedir empleados en sus almacenes. No obstante, tres años después, implementó tecnología automatizada que provocó el despido de más de 750,000 trabajadores. Es fundamental recordar —porque muchos parecen haberlo olvidado— que el objetivo principal de toda empresa es obtener ganancias, no crear empleos.
3. Realidad Económica: Concentración y Explotación
La riqueza se concentra en élites que controlan los medios de producción y los sistemas financieros. Piketty (2014) demuestra que, desde 1980, el rendimiento del capital (r) supera al crecimiento económico (g), beneficiando a accionistas en lugar de a trabajadores.
Mientras tanto, las políticas estatales favorecen a las corporaciones mediante subsidios y evasión fiscal. En EE.UU., 55 grandes empresas no pagaron ningún impuesto federal en 2020 (ITEP, 2021). Además, estos grupos financian campañas políticas, influenciando la elección de candidatos y legislando en su propio beneficio (Stiglitz, 2012).
4. Deuda y Precariedad: El Costo Humano
La otra cara del culto a la riqueza es la precariedad social. El 60% de los estadounidenses vive de cheque en cheque (Federal Reserve, 2022), mientras la deuda estudiantil supera los 1.7 billones de dólares. Paralelamente, los CEOs ganan 350 veces más que un trabajador promedio (Economic Policy Institute, 2023).
Esta desigualdad refleja una economía en la que, como afirmaba Marx, el trabajador es alienado del fruto de su labor, mientras los dueños del capital acumulan riqueza sin límites.
Conclusión: Hacia una Conciencia Crítica
Despertar exige rechazar la ilusión mediática y cuestionar las estructuras de poder. ¿Quiénes deciden las políticas? ¿Quiénes se benefician de la deuda y el trabajo precario?
La respuesta está en desmantelar el culto a la riqueza mediante educación crítica, regulación de los medios y reformas económicas redistributivas. Como urge Reich (2015), solo reconociendo la desigualdad sistémica se podrá construir una sociedad donde el beneficio económico sirva a la mayoría, y no a las élites.
Referencias
Chomsky, N., & Herman, E. S. (1988). Manufacturing Consent: The Political Economy of the Mass Media.
Marx, K., & Engels, F. (1848). The Communist Manifesto.
Oxfam. (2023). Survival of the Richest.
Piketty, T. (2014). Capital in the Twenty-First Century. Harvard University Press.
Reich, R. B. (2015). Saving Capitalism: For the Many, Not the Few.
Zuboff, S. (2019). The Age of Surveillance Capitalism.
Institute on Taxation and Economic Policy (ITEP). (2021). Corporate Tax Avoidance in the First Year of the Trump Tax Law.
Federal Reserve. (2022). Report on the Economic Well-Being of U.S. Households.
Economic Policy Institute. (2023). CEO Pay Tracker.
Stiglitz, J. E. (2012). The Price of Inequality.
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