APUNTE.COM.DO. SANTO DOMINGO. — Un conjunto de estudios neurológicos ha revelado que el cerebro humano alcanza su mejor rendimiento entre los 55 y 60 años. En este período, la experiencia, la madurez emocional y el conocimiento adquirido se combinan para generar un equilibrio perfecto entre inteligencia práctica, intuición y capacidad de razonamiento.
Los científicos aseguran que la juventud no es necesariamente la etapa de mayor rendimiento intelectual. Aunque los jóvenes poseen rapidez mental y agilidad cognitiva, los adultos maduros sobresalen en el pensamiento analítico, la toma de decisiones y la comprensión profunda de los problemas.
Según el neurocientífico Dr. Miguel Torres, “el cerebro, lejos de deteriorarse, reorganiza su manera de procesar la información con los años. Entre los 55 y 60, las conexiones neuronales funcionan de forma más eficiente para resolver situaciones complejas, gracias a la experiencia acumulada”.
Los investigadores destacan que, a diferencia de lo que muchos piensan, la edad media de la vida puede ser un momento de máximo potencial intelectual si se mantienen hábitos saludables. La alimentación balanceada, el ejercicio físico regular y la estimulación mental son factores determinantes para conservar una mente ágil y fuerte.
Leer con frecuencia, aprender cosas nuevas y participar en actividades sociales son hábitos que estimulan la memoria y la concentración. Asimismo, la estabilidad emocional propia de esta edad favorece la claridad mental y reduce el impacto del estrés en el cerebro.
Diversos expertos en neurociencia afirman que el cerebro madura de forma similar a un buen vino: con el tiempo desarrolla una capacidad de respuesta más completa, serena y profunda. Esto explica por qué muchas de las decisiones más acertadas y los mayores logros personales y profesionales suelen llegar después de los 50 años.
Opinión de Ramiro Estrella
“Como periodista y abogado, considero que este hallazgo confirma algo que la vida misma enseña: la experiencia es una forma superior de inteligencia”, señala Ramiro Estrella.
A su juicio, en un mundo que exalta la juventud y la inmediatez, se tiende a olvidar que la madurez trae consigo una visión más completa de la realidad, sustentada en años de aciertos, errores y aprendizajes.
“Entre los 55 y 60 años, el ser humano piensa con más equilibrio, decide con mayor sensatez y comprende mejor las consecuencias de sus actos. Es una etapa donde el conocimiento se convierte en sabiduría, y la mente alcanza su verdadera plenitud”, añade Estrella.
El periodista también resalta que este descubrimiento debería inspirar a las instituciones, empresas y gobiernos a valorar más el talento experimentado. “Una sociedad inteligente no es aquella que se alimenta solo de la energía juvenil, sino la que combina juventud y experiencia para lograr equilibrio y progreso.”
Finalmente, los expertos coinciden en que la clave está en mantener el cerebro activo a cualquier edad. Aprender, leer, debatir, viajar o enseñar son formas de mantener viva la mente. El cerebro, como cualquier músculo, responde al uso y se fortalece con la práctica.
Entre los 55 y 60 años, la mente humana no envejece: florece. Es el punto donde la inteligencia emocional y el conocimiento racional se encuentran para ofrecer lo mejor de la capacidad humana.