APUNTE.COM.DO, SANTO DOMINGO. -La vida es cíclica. La vida de los imperios también. Ayer fue Roma, España, Inglaterra, después Francia, y por último los Estados Unidos. Es evidente que la antorcha económica global ha pasado a Asia.

Ya el PBI de los países Asiáticos, encabezado por China e India,  superan el PBI del G7 de occidente, que viene siendo desafiado por los países BRICS. Además que superan la población de occidente, y actualmente son punteros en tecnologías.

Si alguien tiene dudas, puede ver la dramática situación de crisis e inestabilidad en Alemania, Francia, España, Inglaterra. Lo que por prudencia nos lleva a preguntarnos….

¿Cuál es el destino de República Dominicana ante esta fractura de la historia y decadencia de occidente y sobre todo, que debemos hacer para no terminar naufragando por la crisis de occidente? Siempre se ha repetido que cuando los Estados Unidos tiene gripe, nosotros terminamos con neumonía.

Bueno, ahora Estados Unidos tiene pulmonía, lo que nos obliga a reconfigurar nuestras políticas tradicionales, para evitar sufrir algo más grave. La verdad,  es que el oleaje de la crisis global, nos golpea; tenemos crisis de empleos, del sector salud, de bajo salario, crisis migratoria, crisis de esperanza en nuestros jóvenes.

La pregunta es… ¿Que nos toca hacer? Lo primero es ver con que contamos que nos permita crecer en medio de esta crisis. En lo personal, como los abuelos, creo absolutamente en el trabajo, el incremento de la  producción,  multiplicar   las exportaciones, incentivar la repatriación de capitales locales depositados en el exterior, impulsar el desarrollo tecnológico, mejorar el sistema educativo, apoyar nuestros emprendedores, crear las condiciones de mejores salarios y mejorar la  seguridad.

Debemos ver la realidad del momento, más allá de la crisis de  los partidos, y comprometernos con construir un consenso sobre hacia dónde debemos ir. Para lo que tenemos que desarrollar una nueva ideología, la ideología del desarrollo nacional. Construir un sistema que funcione para todos, no solo para unos pocos.

Creo y apoyo la lucha del presente,  contra la corrupción, contra la impunidad, en el rescate de lo robado, y  enfocar los recursos a impulsar el aparato productivo nacional. Es tiempo de crear las condiciones para sembrar nuestras áreas cultivables, es vital, y lo logramos si somos capaces de impulsar la creación de un tejido de agroindustrias en los municipios, que sean capaces de absorber los excedentes productivos y convertirlos en productos procesados, no perecederos y con potencial exportables. Para saturar el mundo con nuestros productos, y captar divisas lo que mejorará la situación interna.

Y crear un tejido agroindustrial,  nos pondría en el sendero de convertirnos en una potencia exportadora global de productos tropicales, lo que crearía millares de empleos en toda la geografía nacional y  no costaría un centavo al Estado, solo la voluntad política.

¿Por qué? Imaginar al Estado construyendo agroindustrias en los municipios, y luego convertir la inversión en acciones, y ponerla en venta para que sean comprados por los residentes locales y emigrados, rescatando lo invertido, e incentivando la repatriación de capitales. Imaginar que requieren una inversión de 5 millones, son 5 mil acciones de mil pesos.

Otro sector vital, para el que tenemos todas las condiciones, es impulsar una industria pesquera industrial, para explotar nuestra zona económica exclusiva, y convertirnos en una potencia global de oferente de pescado enlatado y procesado, en las agroindustrias instaladas. Multiplicaremos su potencial si al mismo tiempo impulsamos la acuicultura, la cría de pescado en el mar o maricultura, y la acuicultura en los embalses de nuestras presas, lo que crearía millares de empleos en nuestras provincias costeras. Ambos sectores impulsarían decenas de empresas conexas, generando muchísimos más empleos.

Simultáneamente, es vital apoyar a nuestros emprendedores tecnológicos, apoyándolos económicamente, para convertir el talento de nuestros jóvenes en una fuente de creación de empleos y creación de oportunidades. Pero no prestamos con un criterio usurero, sino con una visión desarrollista y las facilidades necesarias. Facilitando recursos para que comiencen a pagar cuando comiencen a producir, vender  y exportar.

Con esta estrategia, fortalecemos los mercados de capitales locales, incentivamos la repatriación de capitales, creamos espacio para la inversión local e incentivamos la multiplicación de la inversión extranjera.

Ha sido un fracaso ambiental y social el secuestro de amplia cantidad de terrenos como Parques Nacionales o áreas protegidas. Al final, hasta los llamados a protegerlas se convierten en depredadores. ¿No me creen? Visiten los parques nacionales y sean testigos del nivel de deforestación existente. Lo que se agrava por el desempleo y nivel de necesidad de los residentes en su entorno. Asunto que aparenta sin solución.

¡Tengo la solución!.. Que los parques nacionales se repartan de 100 tareas por familias, y se incentiva la siembra de frutales en estos por estas familias con el apoyo del Banco Agrícola. Familias estas que por contrato serán la responsable de la protección forestal de estas áreas, al tiempo que convertimos estas zonas, en productivas, y fuente de productos para las agroindustrias de su entorno, lo que incrementaría el potencial exportador de la República Dominicana. Creando más empleos y oportunidades e inversiones.

Creo que para hacer realidad estas iniciativas, marca el destino   hacia donde debemos canalizar la inversión pública, para hacer realidad una QUISQUEYA POTENCIA.