“La guerra comercial entre EE. UU. y China entra en nueva fase y amenaza la economía global”

APUNTE.COM.DO.- REDACCIÓN INTERNACIONAL. – La batalla comercial entre las dos principales potencias del planeta, Estados Unidos y China, alcanzó esta semana un punto crítico al anunciarse una nueva ronda de aranceles y restricciones de exportación de alta tecnología. El enfrentamiento, que inició hace casi una década, amenaza con desatar una crisis comercial de alcance global, con impacto en América Latina, Europa y África.

Nuevos frentes de batalla comercial

Esta vez, Washington anunció un aumento de aranceles en productos estratégicos como vehículos eléctricos, semiconductores y equipos de inteligencia artificial, mientras que Pekín respondió ampliando restricciones a la exportación de minerales críticos para la industria tecnológica. Ambas medidas afectan la producción de dispositivos electrónicos, vehículos eléctricos y energías renovables.

Consecuencias para la economía global

La Organización Mundial del Comercio (OMC) advirtió que esta escalada comercial podría desacelerar el crecimiento económico global en un 1,5% para el próximo año, afectando principalmente a países en vías de desarrollo que dependen del comercio abierto para garantizar crecimiento y estabilidad interna.

América Latina en la encrucijada

Los expertos indican que esta batalla comercial podría representar una oportunidad y una amenaza para América Latina. Por un lado, la región podría convertirse en alternativa para la producción de semiconductores y baterías para vehículos eléctricos, al contar con importantes yacimientos de litio y otros minerales estratégicos. Por otro, la polarización comercial podría llevar a una contracción de la demanda de materias primas y productos básicos, lo que impactaría negativamente en las economías locales.

Llamado al diálogo para reducir tensiones

Analistas internacionales y organismos multilaterales hacen un llamado para que tanto Washington como Pekín retomen las vías diplomáticas para garantizar que la economía global no enfrente un colapso comercial. El futuro de esta disputa podría determinar no solo la estabilidad de la economía global, sino también el rumbo de la cooperación tecnológica y comercial para las próximas generaciones.