La soledad es terrible y solo quienes la viven pueden entenderla
La soledad es terrible y solo quienes la viven pueden entenderla
APUNTE.COM.DO.- REDACCIÓN NACIONAL.– La soledad no es solo un concepto abstracto ni una palabra al aire. Es una experiencia dolorosa, marcada por el peso de la ausencia, el frío de un día a día donde nadie espera y donde la compañía humana parece un privilegio distante. Solo quien la enfrenta en carne propia sabe realmente lo que significa.
Decir que la soledad es dura no basta para describirla. Vivirla es lo que la hace tan difícil de superar. Es un peso silencioso que no distingue edad, género ni posición social, alcanzando tanto a jóvenes como a adultos mayores, a ricos y pobres por igual. Es una batalla interna donde las rutinas quedan atrapadas en el vacío, donde cada encuentro con el espejo refleja no solo la imagen física, sino también la soledad que habita en el corazón.
Especialistas en psicología y terapia coinciden en que esta experiencia humana no solo requiere comprensión, sino acompañamiento y apoyo para que la persona que la padece pueda reencontrarse con la calma, la esperanza y la conexión humana que tanto necesita. Afirman que la soledad prolongada aumenta el riesgo de ansiedad, depresión e incluso enfermedades físicas, al convertirse en un peso que afecta tanto al cuerpo como a la mente.
A pesar de la era digital y la conectividad permanente, la soledad sigue ganando terreno en la vida de muchos. El hecho de contar con dispositivos para comunicar no garantiza que las personas se sientan acompañadas. Al contrario, en muchos casos la soledad aumenta cuando la interacción humana verdadera escasea, reemplazada por mensajes fugaces que no alcanzan a llenar el corazón.
Por eso, enfrentarse a la soledad no debería ser una batalla solitaria. Se requiere de comunidades solidarias, de familias presentes, de amigos dispuestos a escuchar y de profesionales capacitados para guiar en estos caminos oscuros. Porque, al final, la soledad no es solo un concepto para nombrar, es una experiencia para entender, acompañar y aliviar.
