Por Apunte.com.do – 30 de abril de 2025
La posible elección del cardenal nigeriano Francis Arinze como Sumo Pontífice marca un momento histórico que podría redefinir el rostro del catolicismo global.

Ciudad del Vaticano — Por primera vez en más de dos mil años, la Iglesia Católica podría estar a las puertas de un hecho sin precedentes: la elección de un Papa negro. Una posibilidad que por décadas pareció lejana hoy resuena con fuerza en medio de un proceso de transformación espiritual, social y cultural dentro de la comunidad católica internacional.

El reciente fallecimiento del Sumo Pontífice ha llevado al Colegio de Cardenales a convocar un nuevo cónclave en la Capilla Sixtina. Allí, 120 cardenales de todo el mundo tienen la responsabilidad de elegir al nuevo líder de la Iglesia. Y entre los nombres que suenan con fuerza, destaca el del cardenal Francis Arinze, de Nigeria, una figura de profundo respeto en la curia romana y en todo el mundo católico.

El crecimiento del catolicismo en África

África representa hoy uno de los pilares más dinámicos del catolicismo. Según cifras oficiales del Vaticano, más del 20% de los católicos del mundo viven en el continente africano, una proporción que sigue en crecimiento constante. Iglesias llenas, vocaciones en aumento y comunidades profundamente comprometidas reflejan una fe vibrante que pide ser reconocida en los más altos niveles de liderazgo eclesial.

La pregunta inevitable es: ¿por qué no un Papa africano? ¿Por qué no dar representación a una región donde la Iglesia no sólo crece, sino que inspira?

Francis Arinze: un perfil sólido

Nacido en Nigeria el 1 de noviembre de 1932, Arinze se convirtió al catolicismo a los 9 años. Fue ordenado sacerdote en 1958 y, en 1965, con solo 32 años, fue nombrado obispo, uno de los más jóvenes en la historia reciente. Su carrera dentro del Vaticano ha sido notable: presidió el Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso y luego fue prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos.

Su trayectoria se caracteriza por una teología firme, una espiritualidad profunda, y una capacidad de diálogo intercultural que lo convierten en un líder con visión universal.

Un cambio que rompería barreras

De ser elegido, Francis Arinze se convertiría en el primer Papa negro de la era moderna y el primero de origen africano desde el siglo V. Su elección enviaría un mensaje potente sobre inclusión, diversidad y universalidad en una institución que durante siglos ha estado dominada por figuras europeas.

Sería también un paso hacia la reconciliación de la Iglesia con realidades históricas de racismo, exclusión y desigualdad. Un Papa africano podría convertirse en símbolo de esperanza para millones en el sur global, y una voz firme frente a la pobreza, el neocolonialismo y la injusticia social.

¿Está lista la Iglesia?

Aunque la Iglesia Católica ha mostrado históricamente una inclinación hacia el conservadurismo, los desafíos del presente exigen gestos audaces. Elegir un Papa negro no sería un acto político, sino un testimonio de fidelidad al Evangelio y a su mensaje de unidad y dignidad humana.

Mientras el mundo observa el humo de la Capilla Sixtina, muchos fieles, especialmente en África y en las comunidades afrodescendientes, oran por un cambio que podría marcar un antes y un después en la historia de la Iglesia.

Porque si en algo insiste el Evangelio, es en que "ya no hay judío ni griego, esclavo ni libre, hombre ni mujer..." Ni blanco ni negro. Todos somos uno en Cristo.