La Fundación Cruz Jiminián y el Círculo de Periodistas de la Salud (Cipesa) recordaron el vierne el primer año del fallecimiento del periodista José Miguel Montero Ramírez,  ocurrido el 3 de agosto de 2012 por una negligencia médica luego de ser operado para corregirle una falla en el tabique de la nariz.

Montero expiró  en el Centro Médico Antillano de la avenida Correa y Cidrón,  donde fue operado para aliviar algunas  complicaciones que le impedían respirar normalmente.

El doctor Antonio Cruz Jiminián afirmó que debido la labor de Montero a favor de los que menos tienen, “y porque ejerció su labor con honestidad, por eso lo reconocemos hoy bautizando el área de Pediatría con su nombre”.

Para recordar el primer aniversario de la partida imprevista del editor de El Nacional,  el padre Luis María Hernández ofició una misa en el área de parqueo de la Clínica Cruz Jiminián a la que asistieron familiares, amigos y periodistas de diferentes medios.

 Cruz Jiminián resaltó las cualidades humanas y profesionales de Montero, quien “ejerció el periodismo apegado a la ética y brindó sus servicios a los que necesitaban una voz”.

“Desde que Montero se graduó en el 1994, se dedicó de una manera encomiable y abnegada al ejercicio del periodismo, de una manera pulcra y depurada, siempre veraz y con una conducta altamente ética, manteniéndose apegado a la realidad del acontecer nacional”, dijo Cruz Jiminián.

Montero procreó con su esposa Milagros De Óleo, a Waldy Miguel, Omar Enrique y José Alejandro.

Las gracias a nombre de su familia la dio Waldy Miguel, quien  agradeció el gesto del doctor Cruz Jiminián.

“Me siento orgulloso de ser hijo y de tener a un padre como José Miguel Montero. Para mí fue un ejemplo de humildad, dedicación, honestidad, de trabajo, y porque ejerció su profesión apegado a la ética y la verticalidad, sin hacer daño a nadie y sirviéndole a todos”, expresó compungido .

La señora Mercedes Ramírez De Óleo, madre del extinto periodista,  también destacó el gesto del doctor Cruz Jiminián y los presentes, y dio las gracias a Dios por haberle dado un hijo tan generoso, servicial, quien desde muy pequeño fue un ejemplo y un orgullo, porque luchó para superarse y ayudar a su familia.

En el acto estuvieron además sus hermanos Marianela, José Antonio, Aida, Donaida, Aracelis, Sócrates, Domingo y Jacqueline De Óleo.

Los periodistas Avelino García y Luis Moreno Cárdenas resaltaron las dotes de Montero, a quien definieron como solidario, ejemplar y quien se destacó por su honradez, un profesional que se mantuvo apegado a la ética y que se convirtió en el vocero de los que no tenían voz.

Montero nació en El Cercado, San Juan de la Maguana, en 1965 y cursó la primera  en la escuela  Caonabo ubicada a pocas millas de su pueblo natal.

En 1978 quedó huérfano de padre y desde entonces asumió la responsabilidad de sacar su familia hacia delante.

En 1984 se trasladó a Santo Domingo, residiendo en casa de una tía materna. Inició  la carrera de agronomía en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), pero la abandonó poco después para estudiar Comunicación Social.