APUNTE.COM.DO, Santo Domingo, República Dominicana. — En medio del ritmo acelerado que impone la vida moderna, cada vez más personas buscan maneras prácticas de simplificar su día a día sin perder el equilibrio emocional. Una de las tendencias que gana terreno es “ritualizar la vida”, es decir, convertir las rutinas diarias en pequeños rituales cargados de significado y propósito.

Expertos en bienestar coinciden en que ritualizar no es complicar, sino todo lo contrario: es dar sentido a lo cotidiano. Según la psicóloga clínica Ana Rodríguez, establecer rituales personales —como tomar el café de la mañana en silencio, escribir antes de dormir o caminar a la misma hora cada día— ayuda a reducir el estrés y mejora la claridad mental.

“Cuando ritualizas tus acciones, transformas lo repetitivo en algo significativo. Le das un valor emocional a lo que haces, y eso disminuye la ansiedad porque genera sensación de control y estabilidad”, explicó Rodríguez.

El concepto ha sido impulsado también por coaches de vida y terapeutas, quienes aseguran que la clave está en la intención: no se trata de hacer más cosas, sino de hacerlas con conciencia. Por ejemplo, preparar la cama puede convertirse en un acto simbólico de orden interior; apagar el celular durante la cena, en un gesto de respeto por el momento presente.

Para el periodista y abogado Ramiro Estrella, director de Apunte.com.do, este enfoque tiene un valor práctico y humano:

 “Ritualizar la vida es una manera de recuperar el tiempo que la prisa nos roba. No es vivir en automático, sino aprender a disfrutar los pequeños actos diarios que nos conectan con lo esencial.”

 

En una época donde la productividad parece ser la medida de todo, los rituales personales se presentan como una herramienta sencilla para encontrar equilibrio sin renunciar al movimiento, recordando que la felicidad no depende de hacer más, sino de vivir mejor.

Cinco formas sencillas de ritualizar tu vida

1. Comienza el día con calma. Dedica cinco minutos a respirar, agradecer o simplemente disfrutar del silencio antes de revisar el teléfono.


2. Convierte las comidas en un momento sagrado. Come sin distracciones, saboreando cada bocado y reconectando con el presente.


3. Cierra el día con gratitud. Antes de dormir, anota tres cosas positivas que te hayan ocurrido.


4. Establece un espacio para el orden. Organizar tu entorno con intención ayuda a despejar también la mente.


5. Celebra tus logros, por pequeños que sean. Reconocer los avances fortalece la autoestima y da motivación para continuar.

 

Ritualizar no requiere tiempo ni dinero, solo atención. En palabras de Ramiro Estrella, “es una forma de volver a vivir con propósito en un mundo que corre sin pausa”.