APUNTE.COM.DO, SANTO DOMINGO, R.D. -Diversos sectores del país han manifestado su preocupación ante el bajo consumo de bebidas alcohólicas. Comerciantes, distribuidores, fabricantes y representantes de asociaciones de bares y restaurantes aseguran que esta tendencia ha impactado negativamente sus ingresos. Entre ellos, la Asociación de Bares y Restaurantes de la República Dominicana (ABAR) y la Cámara Dominicana de Bebidas Alcohólicas han mostrado especial inquietud.
El economista José Martínez explica que el fenómeno refleja un cambio en los hábitos de consumo. “El consumidor actual prioriza su bienestar y esto se traduce en menos asistencia a bares, discotecas y eventos sociales donde el alcohol es protagonista”, señala Martínez.
Empresarios del sector como María López, propietaria de varios bares en Santo Domingo, aseguran que sus ventas han caído hasta un 30% en los últimos meses. “La pandemia y el teletrabajo cambiaron la forma en que la gente socializa, y muchos ahora prefieren consumir menos alcohol o buscar alternativas más saludables”, comenta López.
Desde la salud pública, las autoridades también valoran esta tendencia de manera positiva. La doctora Ana Pérez, especialista en salud comunitaria, afirma que el bajo consumo puede contribuir a reducir accidentes de tránsito, violencia doméstica y problemas de salud relacionados con el alcohol.
Ramiro Estrella, periodista y abogado, director ejecutivo de Apunte.com.do, comenta sobre la tendencia de bajo consumo.
Ramiro Estrella, periodista y abogado, director ejecutivo de Apunte.com.do, comenta: “El bajo consumo refleja una sociedad más responsable y consciente de su salud, pero al mismo tiempo obliga a la industria a innovar. Adaptarse a los nuevos patrones de consumo es crucial para mantener la sostenibilidad del mercado y ofrecer alternativas saludables a la población”.
Algunos sectores ya buscan soluciones, como la promoción de bebidas con bajo contenido alcohólico, cocteles sin alcohol y la organización de eventos culturales y gastronómicos. También se promueven campañas de educación sobre consumo responsable, buscando un equilibrio entre economía y salud.
Analistas indican que esta tendencia podría mantenerse a largo plazo, ya que los cambios en los hábitos de consumo están ligados a factores culturales, económicos y sociales. El desafío para empresarios y autoridades es encontrar un equilibrio que permita mantener empleos, impulsar la economía y promover un estilo de vida más saludable.