APUNTE.COM.DO, SANTO DOMINGO. – La felicidad no está escrita en los genes. Así lo afirmó el reconocido divulgador científico Eduardo Punset, quien sostenía que “la felicidad no es genética, es una conquista”.

Los científicos explican que la genética tiene un propósito claro: garantizar la supervivencia. No busca hacernos felices, sino mantenernos vivos.

El profesor Daniel Gilbert, psicólogo de Harvard y autor del libro “Stumbling on Happiness”, asegura que “los genes no quieren que seamos felices, quieren que sigamos existiendo”.

Según estudios de la Universidad de Harvard, la felicidad depende más de las experiencias, la actitud y el entorno que de lo que heredamos.

Punset señalaba que el bienestar no se encuentra, se construye. Y que cada persona tiene la capacidad de desarrollar hábitos que fortalezcan su equilibrio emocional.

Los expertos en neurociencia coinciden: el cerebro puede entrenarse para sentir satisfacción, a través de la gratitud, la esperanza y los vínculos afectivos.

En definitiva, la felicidad no es un regalo de los genes.
Es una tarea diaria, una conquista personal.