APUNTE.COM.DO, Santo Domingo.– El béisbol suele ser despiadado con la edad. Pero Robinson Canó, como el buen vino, sigue mejorando con los años. A sus 42 años, el segunda base dominicano continúa produciendo de manera extraordinaria, tanto en la Liga Mexicana de Béisbol (LMB) como en la LIDOM con las Estrellas Orientales, al punto de retrasar cualquier idea de retiro.

Su rendimiento en la LMB es prueba contundente:

En la temporada 2024 bateó .431, liderando la liga con 141 hits.

En 2025, mantiene promedio de .372, con 137 imparables en 368 turnos, además de 14 jonrones y un OBP de .426.

En agosto alcanzó la marca de 100 hits en la temporada, reafirmando su condición de líder de bateo.


En la LIDOM, Canó también se mantiene encendido:

En la temporada regular 2024 conectó para .353 con un jonrón y 6 impulsadas.

En la semifinal bateó .333, con 17 hits en 51 turnos, demostrando que su madero sigue siendo decisivo en partidos de alta presión.

En su carrera completa en la liga dominicana acumula promedio de .281, con 14 cuadrangulares y 142 remolcadas en casi 300 partidos.


Una carrera para la historia

Con más de 2,600 hits en Grandes Ligas, 8 participaciones en el Juego de Estrellas, 5 Bates de Plata y un anillo de Serie Mundial con los Yankees en 2009, Robinson Canó ya tiene su nombre inscrito en la historia del béisbol. Sin embargo, su permanencia en el terreno a los 42 años, con números de impacto en dos ligas competitivas, lo convierten en un caso excepcional en el deporte.

Más allá de los números

Lo que hace único a Canó no son solo sus estadísticas, sino la manera en que sigue inspirando a compañeros y fanáticos. En cada clubhouse es referente de experiencia y disciplina, y en cada turno al bate mantiene la elegancia de su swing zurdo, intacta desde su debut en Grandes Ligas en 2005.

Mientras muchos de su generación ya se han retirado, Canó continúa respondiendo al más alto nivel, retrasando lo que parecía inevitable: su despedida de los diamantes.

El legado de Canó es claro: no se trata solo de ser uno de los mejores segundas bases latinos de todos los tiempos, sino de demostrar que la pasión y el trabajo constante pueden vencer al reloj deportivo.

Robinson Canó no se va… al menos no todavía.