Un análisis a las regulaciones restrictivas hacia los vapes en Australia destaca que dicho país ha experimentado un aumento del crimen organizado debido al comercio ilícito de tabaco. Por el contrario, en Nueva Zelanda, donde el enfoque es promover el acceso de estos productos a adultos fumadores, no hay pruebas significativas de la existencia de un mercado ilegal.
APUNTE.COM.DO, SANTO DOMINGO. -Los productos alternativos al cigarrillo tradicional pueden ayudar a reducir el comercio ilícito. Así lo sugiere un análisis reciente (Do the differing vaping and smoking trends in Australia and New Zealand reflect different regulatory policies? - Mendelsohn - Addiction - Wiley Online Library ) que concluyó que países que promueven productos sin humo, como es el caso de los cigarrillos electrónicos, muestran una reducción importante del consumo de cigarrillo tradicional (tanto de comercialización legal como ilícita). El estudio aborda el caso de Nueva Zelanda, donde el enfoque menos restrictivo con respecto al vapeo (en comparación con el enfoque más restrictivo de Australia) puede haber contribuido a una disminución más rápida del tabaquismo en adultos y a la reducción de las desigualdades sociales y del tabaquismo entre los indígenas.
El análisis señala que, por el contrario, Australia ha optado sistemáticamente por ignorar los estudios y las opiniones de los expertos, y ha adoptado un modelo restrictivo y medicalizado, que exige una receta médica para obtener cigarrillos electrónicos legales, que se venden exclusivamente en farmacias. Este modelo, sin embargo, no ha logrado la disminución esperada de consumo de cigarrillos. Tampoco han conseguido frenar el mercado negro. El estudio de Mendelsohn subraya que más del 90 % de los cigarrillos electrónicos que se obtienen en Australia se venden ilegalmente sin cumplir las normas de seguridad. Señala que el país también ha experimentado un aumento de la delincuencia organizada debido al comercio ilícito de tabaco, con más de 220 tiendas de cigarrillos electrónicos y tabaco. En el caso de Nueva Zelanda, reseñan, no tiene pruebas significativas de la existencia de un mercado ilegal.
Nueva Zelanda, entendiendo la ciencia detrás de estos productos, ha optado por un modelo regulado que facilita a adultos fumadores el acceso a estas alternativas. Se evaluó la evolución del tabaquismo diario y el uso de cigarrillos electrónicos en adultos y jóvenes. Los datos revelaron una reducción más acelerada del tabaquismo en Nueva Zelanda en comparación con Australia. La tasa de fumadores diarios en adultos neozelandeses disminuyó del 14,5% al 6,8%, mientras que en Australia el descenso fue del 12,2% al 8,3%.
Otro caso: México.
Otro análisis realizado a las políticas prohibicionistas, “Estudio comparativo de cómo México y Suecia están combatiendo el tabaquismo”, evidencia el impacto de las medidas restrictivas en el aumento del comercio ilegal. El estudio señala que las políticas prohibicionistas de México sobre el vapeo han impulsado un creciente mercado negro, socavando los estándares de seguridad de los productos y la protección a los consumidores. También indica que este comercio no regulado elimina los controles de calidad y las restricciones de acceso a los menores de edad.