Las intensas lluvias asociadas al huracán Erin han dejado a más de 140,000 clientes sin electricidad en Puerto Rico, lo que representa cerca del 10% del total de abonados en la isla. Según datos de LUMA Energy, la empresa a cargo de la red eléctrica, un total de 148,679 hogares y negocios se vieron afectados por las interrupciones del servicio.

LUMA Energy ha explicado que los apagones son una consecuencia directa de las condiciones climáticas extremas provocadas por el huracán. Los equipos técnicos están movilizados para atender las averías y restaurar el servicio lo más rápido y seguro posible. Además de los cortes de luz, una avería en una subestación de la región de Bayamón causó un incendio, demostrando los desafíos que enfrenta la infraestructura eléctrica.

A pesar de los problemas, la gobernadora Jenniffer González ha afirmado que no se espera un colapso generalizado de la red.

 

Riesgos de inundación y otras afectaciones

 

El Servicio Nacional de Meteorología (SNM) ha emitido una alerta de inundaciones que estará vigente hasta el lunes, advirtiendo sobre posibles inundaciones repentinas y urbanas, así como deslizamientos de tierra. Se pronostica que las lluvias acumulen entre 50 y 100 milímetros, con posibilidad de alcanzar hasta 150 milímetros en algunas áreas.

Estas alertas se han movido a distintas zonas de la isla. Inicialmente, las advertencias se centraron en el este y norte, pero ahora se han extendido al centro y sur, incluyendo municipios como Caguas, Cayey, Guayama y Salinas.

Además del impacto en la infraestructura y la seguridad, el huracán Erin también ha afectado el transporte aéreo. Se han cancelado unos 20 vuelos que conectaban Puerto Rico con otras islas del Caribe como Santa Cruz, Tórtola, San Tomás y Vieques, interrumpiendo los planes de miles de viajeros.

El huracán, que llegó a ser un “catastrófico” huracán de categoría 5, se ha degradado a categoría 4, pero sus efectos continúan sintiéndose fuertemente en la región.