“Amor no quita conocimiento”: Cuando el corazón se impone, pero la razón no se rinde
Ramiro Estrella | Apunte.com.do
APUNTE.COM.DO.-SANTO DOMINGO, REPUBLICA DOMINICANA.– En el entramado de la vida cotidiana dominicana, hay frases que, aunque simples, encierran una sabiduría profunda. Una de ellas, repetida por abuelas, padres y hasta por políticos en discursos candentes, es: “Amor no quita conocimiento.”
Este refrán popular, con raíces tan hondas como el sentir del pueblo, nos recuerda que el cariño, la empatía o incluso la pasión no deben eclipsar el sentido común ni la capacidad crítica. En otras palabras, se puede querer mucho, pero eso no significa cerrar los ojos ante lo evidente.
Vivimos en una sociedad donde muchas veces el amor es usado como escudo para justificar errores: una madre que defiende lo indefendible de su hijo, una pareja que tolera el maltrato, o un pueblo que se enamora de líderes sin exigirles resultados. Sin embargo, este refrán aterriza como un recordatorio: se puede amar, pero no se debe dejar de pensar.
El “amor no quita conocimiento” también tiene lecturas políticas. En tiempos donde la lealtad partidaria parece ciega, este refrán toma fuerza: podemos simpatizar con un gobierno o un líder, pero eso no impide cuestionar, exigir y señalar cuando algo está mal. La crítica no cancela el afecto; al contrario, lo fortalece cuando es constructiva.
En el plano personal, es igual de potente. Amar a alguien no significa avalar sus faltas ni silenciar la verdad por miedo a herir. Decir lo que se piensa, aunque duela, es también una forma de amor auténtico.
Este refrán, con su sabor a campo y a conciencia, debería estar enmarcado en cada hogar y oficina pública: como un recordatorio de que los sentimientos no pueden borrar la realidad, y que el juicio debe acompañar siempre al corazón.
Porque el amor es noble, pero más noble aún es el que ama con los ojos abiertos.
Redacción: Ramiro Estrella
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