Por Ramiro Estrella, periodista y abogado
APUNTE.COM.DO – INTERNACIONAL. – En un escenario marcado por sequías extremas, huracanes devastadores e incendios forestales sin precedentes, la humanidad se da cita en Bakú, Azerbaiyán, para celebrar la Cumbre Mundial sobre el Clima COP29, con un mensaje claro: el tiempo para promesas ha terminado, y la acción no puede esperar más.
Líderes de más de 190 países, junto a científicos, ambientalistas y representantes del sector privado, se reúnen con un objetivo urgente: reducir drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero antes de que el planeta cruce el umbral del punto de no retorno.
De las palabras a los compromisos vinculantes
A diferencia de ediciones anteriores, esta nueva cumbre climática pone el acento en medidas concretas. El secretario general de la ONU, António Guterres, fue categórico en su discurso de apertura:
“Estamos jugando con fuego. Si no reducimos las emisiones en esta década, las consecuencias serán irreversibles para millones de personas”.
Entre las propuestas que se discuten se destacan:
Un fondo climático reforzado para países en desarrollo.
Penalización fiscal a industrias que superen límites de emisión.
Aceleración del cierre de plantas de carbón en el mundo.
Inversión masiva en energías renovables como el sol y el viento.
América Latina: entre el compromiso y los desafíos
La región latinoamericana ha tenido una participación activa, con un enfoque en proteger la Amazonía, frenar la deforestación y fortalecer políticas de transición energética. República Dominicana, por su parte, presentó avances en movilidad eléctrica y proyectos de energía limpia, aunque aún enfrenta retos en cuanto a la gestión de residuos y control de emisiones urbanas.
¿Cambio real o retórica global?
Analistas coinciden en que la COP29 será una prueba de fuego para la credibilidad del sistema multilateral. Mientras los países industrializados son presionados para asumir su responsabilidad histórica, las naciones más vulnerables exigen justicia climática y apoyo económico inmediato.
La juventud también alza su voz. Greta Thunberg y otros activistas han reiterado que “no se trata solo de firmar acuerdos, sino de salvar vidas y ecosistemas enteros”.
El reloj climático no se detiene
A medida que las temperaturas globales siguen batiendo récords y los océanos suben de nivel, la humanidad enfrenta una encrucijada existencial. La COP29 podría ser recordada como el punto de inflexión... o como la oportunidad perdida que selló el destino del planeta.
Desde Bakú, el llamado es uno solo: actuar ya, con decisión, valentía y visión de futuro.
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al límite y la urgencia de actuar ya contra las emisiones contaminantes