Por Ramiro Estrella, periodista y abogado

APUNTE.COM.DO – INTERNACIONAL. – En un hecho que ha captado la atención del mundo entero, Rusia y Ucrania protagonizaron este martes un histórico acuerdo humanitario durante la segunda ronda de negociaciones celebrada en Estambul, Turquía. A pesar de las profundas tensiones políticas y los estragos de una guerra que ya ha dejado cientos de miles de muertos, ambas naciones alcanzaron un consenso para intercambiar mil prisioneros de guerra por cada lado, así como la repatriación de los restos de aproximadamente 6,000 soldados caídos en combate.

Este acuerdo, de carácter eminentemente humanitario, no solo representa un alivio para las familias de los afectados, sino que también envía un mensaje contundente a la comunidad internacional: en medio del horror de la guerra, aún es posible encontrar espacio para la dignidad y la humanidad.

La mediación internacional: una luz tenue pero persistente

El encuentro en Estambul se llevó a cabo bajo la observación de representantes de Naciones Unidas, la Unión Europea y Turquía, quienes han reiterado su compromiso de fungir como garantes de las negociaciones futuras. Aunque el alto al fuego aún no se vislumbra en el horizonte inmediato, este avance humanitario podría convertirse en la antesala de conversaciones más profundas.

Ucrania activa Tribunal Especial contra crímenes de agresión

De forma paralela al acuerdo, el presidente ucraniano Volodímir Zelenski anunció la firma para la ratificación de un Tribunal Especial Internacional que juzgará los crímenes de agresión cometidos por Rusia desde el inicio del conflicto en 2022. Este tribunal, respaldado por más de 40 países y el Consejo de Europa, buscará llenar el vacío legal dejado por la Corte Penal Internacional, que no posee jurisdicción para juzgar este tipo de delitos cuando no hay adhesión total de las partes involucradas.

“Este es un paso hacia la justicia que el mundo esperaba. No habrá paz sin verdad, ni reconciliación sin rendición de cuentas”, dijo Zelenski en un discurso transmitido en cadena nacional.

Macron y Putin vuelven a hablar tras casi tres años de silencio

En un acontecimiento diplomático igualmente significativo, el presidente francés Emmanuel Macron y su homólogo ruso Vladimir Putin sostuvieron una conversación telefónica de más de dos horas —la primera desde septiembre de 2022—. Según fuentes del Elíseo, Macron insistió en un alto al fuego inmediato, mientras que Putin defendió “la aceptación de las nuevas realidades territoriales”.

El Kremlin, por su parte, negó que esté bloqueando las negociaciones, tal como sugirió recientemente el Departamento de Estado de los Estados Unidos. El vocero Dmitri Peskov afirmó que “Rusia está comprometida con avanzar en las conversaciones según el cronograma previamente acordado”.

La próxima ronda: esperanza contenida

Rusia y Ucrania acordaron celebrar una tercera ronda de negociaciones en los próximos días, aunque no han revelado ni la fecha exacta ni el lugar. Mientras tanto, la guerra sigue dejando huellas dolorosas en la población civil, con desplazamientos masivos, crisis energética, inseguridad alimentaria y un impacto económico global que se refleja en la inflación y el aumento del precio de los combustibles en todo el planeta.

Una guerra con consecuencias planetarias

Lo que comenzó como un conflicto territorial se ha convertido en una crisis de proporciones mundiales. Naciones como Alemania, Japón, Estados Unidos, India y Brasil han reiterado su interés en que se detenga la escalada bélica, no solo por razones humanitarias, sino también por la amenaza que representa para la seguridad energética, la economía global y la estabilidad geopolítica.

En palabras del secretario general de la ONU, António Guterres: “La guerra en Ucrania no es solo de Ucrania. Es del mundo entero. Y es responsabilidad de todos buscar la paz”.

Comentario editorial

En medio de un escenario devastador, este acuerdo representa una pequeña grieta en el muro de la intransigencia. No es aún la paz, pero es el eco de su posibilidad. Desde Apunte.com.do, saludamos cualquier gesto que le devuelva al mundo un poco de esperanza.