El doctor William, con 102 años, es un testimonio viviente de cómo el estilo de vida influye en la longevidad. A pesar de su edad avanzada, sigue viviendo de manera independiente, cocinando sus propios alimentos y manteniendo una rutina de ejercicio. Este médico, que ejerció hasta los 85 años, ha revelado los tres hábitos que, según él, han sido clave para su salud y vitalidad.
1. Mantenerse activo: el secreto del movimiento
Desde joven, el doctor William solía nadar entre cuatro y cinco veces a la semana. Aunque ya no lo hace con la misma frecuencia, sigue moviéndose a diario: camina todos los días y levanta pesas de hasta siete kilogramos. Su consejo es claro: "No te permitas quedarte inmóvil. El cuerpo necesita moverse para mantenerse fuerte".
Los expertos en longevidad coinciden en que la actividad física regular es esencial para una vida larga y saludable. Combinando ejercicios aeróbicos y de resistencia, como lo hace William, se pueden fortalecer los músculos, mantener la salud ósea y mejorar la circulación sanguínea.
2. Alimentación casera y el poder de las sardinas
Otro pilar de su longevidad es la alimentación. A sus 102 años, sigue cocinando sus propias comidas y evita los alimentos ultraprocesados. Su preferencia por los ingredientes naturales le ha permitido reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes y otros trastornos asociados a una dieta poco saludable.
Uno de sus alimentos favoritos son las sardinas. "Empecé a comerlas cuando tenía seis años, mucho antes de que descubrieran los beneficios del omega-3", comenta. Este pescado azul es una fuente rica en ácidos grasos esenciales, que ayudan a reducir la inflamación, mejorar la función cerebral y proteger el corazón.
3. Pasión por el trabajo y la curiosidad constante
El doctor William se jubiló a los 85 años, después de décadas dedicadas a la medicina. No se limitó a una sola especialidad, sino que exploró diferentes áreas, pasando de la atención primaria a la psicoterapia. "Cambiar de trabajo es bueno para todo el mundo. No puedes dormirse en la vida. Tienes que mantenerte interesado", asegura.
La ciencia respalda esta afirmación. Estudios han demostrado que la actividad mental, el aprendizaje continuo y la interacción social pueden ayudar a prevenir el deterioro cognitivo y mejorar la calidad de vida en la vejez.
Longevidad con propósito
Más allá de la genética, el doctor William es un ejemplo de cómo la combinación de ejercicio, alimentación saludable y una actitud activa ante la vida puede marcar la diferencia en la búsqueda de una longevidad plena. Su historia refuerza la idea de que vivir más años no solo es cuestión de suerte, sino también de decisiones diarias.