Amante o no de las carreras de caballo, hemos oído la expresión “ese ejemplar hizo un punta a punta durante toda la carrera”.

Porque la expresión “un punta a punta” es propia de las carreras de caballo, y se usa cuando un ejemplar salió delante y terminó delante durante todo el desarrollo de la carrera, o sea, cuando gana cómodamente sin el menor contratiempo y dejando a los demás ejemplares atrás todo el tiempo.

Un “punta a punta” es precisamente lo que está haciendo el presidente de la República, Luis Abinader en la presente contienda electoral en la que está en juego la presidencia, haciendo un punta a punta, pues ha salido muy delante y ha dejado muy atrás a los demás aspirantes, llámase Leonel Fernández de la Fuerza del Pueblo (FP) y Abel Martínez del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), los cuales, a mi juicio, no tienen las más mínimas posibilidades de ganar la presente contienda electoral.

Este “punta a punta” que esta haciendo el presidente Luis Abinader se debe, fundamentalmente, a que los sectores populares, llámese los sectores votantes, entienden que ha realizado una excelente gestión presidencial, por lo que se merece seguir en el solio presidencial por cuatro años más, para que siga profundizando los cambios sociales y económicos que inició en 2020.

Luis Abinader está haciendo un “punta a punta” porque ha mejorado sustancialmente las condiciones de vida y de existencia de los sectores más necesitados y empobrecidos de nuestro país.

Recordemos que cuando Luis Abinader llegó a la presidencia de la República en el 2020, encontró un país sumergido y atrapado por una pandemia llamada “Covid 19” que prácticamente inmovilizó o cerró a nuestro país en todos los sentidos, sobre todo, en lo que respecta a la economía y el comercio.

Múltiples factores concurren e inciden en la ascendencia del presidente Luis Abinader en la gran masa de votantes, que valoran los resultados positivos durante una gestión limitada por fenómenos exógenos, situaciones que fueron manejadas con destrezas, lo que permitió que el primer mandatario navegara airosamente para conducir al país a puerto seguro.

Y los logros son tangibles, y muestran una recuperación económica que coloca al país como la séptima economía de Latinoamérica y del Caribe, un excelente escalón, reforzado por el vaticinio del Banco Mundial sobre el crecimiento económico cual estará situado en 5,1 por ciento, el nivel más alto de todos los países de la región, colocando a la República Dominicana con unos índices que incentivan la inversión extranjera y contribuye al desarrollo del sector empresarial.

El país fue seleccionado como modelo a seguir a nivel mundial por el gran manejo que exhibió para combatir y erradicar el coronavirus, toda vez que los efectos mortales fueron muy reducidos con respecto a otras naciones que sufrieron un impacto altamente negativo, dejando una secuela muy alta de muertos y enfermedades secundarias de la letal pandemia, que paralizó la producción de bienes y servicios.

Abinader cuenta con una sólida estructura partidaria, donde cada dirigente, militante y simpatizante está mancomunado en el solo propósito de reelegir a un líder honesto, íntegro y refrescante que sólo aspira que los fondos públicos se inviertan en obras de bien social en ese renglón y en procurar una política de pleno empleo.

Los cómputos de las elecciones municipales evidencian el arraigo de Abinader, cuyo prestigio ayudó al crecimiento electoral de muchos postulantes a posiciones electivas, logrando salir gananciosos en el certamen para elegir alcaldes, regidores y directores de sus respectivas demarcaciones.

En estos planteamientos coinciden adeptos a la reelección de Abinader y dirigentes adversos como, Juan de Jesús Ovalle, coordinador del Frente Popular y Profesional (Falpo), quien dijo que el actual escenario tiene poco entusiasmo debido a que la oposición está en desbandada.

A mí, que me gusta mucho el béisbol, me parece estar en un estadio viendo un juego de pelota, lento, aburrido, con un pícher, lanzando un juego completo sin permitir hit ni carrera, en el octavo episodio, ganando 18 carreras a cero. Los fanáticos del equipo contrario comenzaron a marcharse del estadio desde la quinta entrada cuando el partido ya estaba definido.

Luís Abinader está lanzando un juego perfecto; sin otorgar bases por bola, sin permitir ningún “imparable”. Nadie se le ha embazado, en tanto a los lanzadores del equipo contrario, Leonel, Abel, Danilo, Vargas, les han entrado a palos los jugadores del oficialismo.

Abinader lanza y batea a las dos manos. Está intransitable. Es un fenómeno. ¡Increíble! “El juego está de un solo lado”.

Ninguna campaña electoral, en los últimos 50 años, ha estado tan definida como ésta. El Partido Revolucionario Moderno (PRM), no tiene competencia. Se ha convertido, en poco tiempo, en la más grande y poderosa estructura política del país, con un altísimo porcentaje, que ronda el 50%. Todo eso se debe al fracaso de los gobiernos del PLD, que des fraudaron al pueblo con sus malas prácticas políticas, su corrupción y   falta de justicia.

Luís Abinader, líder y guía de ese partido, candidato que busca la repostulación, igualmente parece estar solo, con un nivel de aceptación que sobrepasa todas las expectativas. Algunas encuestas ya le están otorgando un 70%, frente a un 20% de su más cercano contendor, el expresidente Leonel Fernández, que, si fuera yo, no permitiría que me contaran los votos, lo mismo que Abel Martínez del PLD, que lejos de subir, baja en los sondeos que se han realizado en los últimos dos.

Abinader ganará las elecciones porque ha hecho un buen gobierno en medio de tantas vicisitudes, de tantos problemas; porque ha sabido gobernar el país, con mucho esfuerzo y sacrificio, evitando el robo de los recursos del Estado, y defendiendo los mejores intereses del país, como lo ha demostrado frente a la crisis haitiana.

La oposición no tiene nada que ofrecer. El PLD se mantuvo por 20 años en el poder sin resolver ninguna de los graves y acuciantes problemas nacionales. Al contrario, se profundizaron y agudizaron. Leonel tuvo 12 años en el gobierno y 20 como líder del PLD. Danilo Medina 8 años. en los cinco mandatos del PLD, la corrupción, el desfalco y el robo descarado de los recursos del Estado, caracterizaron esos gobiernos. El dinero no rendía porque se lo robaban. Ahora rinde porque nadie se lo roba, por lo menos no con el conocimiento y consentimiento del presidente Abinader.

(La oposición ahora critica el transfuguismo, pero cuando eran gobierno no se le apretó el pecho para recurrir a comprar dirigentes, militantes y simpatizantes contrarios, ahora pretenden acusar el gobierno de algo que no está haciendo).

(Aunque se aducen causas similares, aquí es costumbre que, durante periodos proselitistas al partido de gobierno, cualquiera que sea, le toca beneficiarse de las renuncias de los dirigentes oposicionistas).

(Difícil es comprobar si el litoral oficial ha instalado alguna agencia de compra de dirigentes opositores o si en el lado opuesto se improvisan mercados de conciencias. El sentido común indica que ambas plazas operarían de manera simultánea, aunque quienes se lamentan hoy no son los mismos de ayer).

Algunos expertos consideran que la gran tragedia del transfuguismo ha sido que ya se convirtió en costumbre de cada cuatro años, que debilita al sistema de partidos, pero peor aún: que puede ser un reflejo de una marcada degradación colectiva, que como cáncer se expande por todo el tejido social.

Luis Abinader está haciendo un punta a punta porque se ha convertido en un fenómeno político para atraer destacadas figuras políticas, empresariales y profesionales de instituciones y organizaciones de la sociedad dominicana.

Hoy la mayoría de los sectores votantes del país entienden que el presidente Luis Abinader ha mejorado sustancialmente las condiciones materiales de existencia de los sectores más empobrecidos y necesitados de la sociedad dominicana, y entienden que los cambios iniciados en 2020 deben ser profundizado, por lo que el actual presidente se merece cuatro años más.

Las encuestas presidenciales que se han realizado no me dejan mentir, pues nos hablan de un 68%, 65%, 63%, 60%, 58% y 57% en el nivel de simpatía del presidente, y si la sumamos y la dividimos entre 6, vemos que él ni el de simpatía de Luis Abinader es casi de un 62%.

No me cabe la menor duda de que el presidente Luis Abinader será reelecto este domingo 19 para cuatro años más.

Por: Ramón Cabral