Santo Domingo, RD, Apunte.com.do.- La Segunda Sala de la Cámara Civil y Comercial del Juzgado de Primera Instancia del Distrito Nacional emitió un veredicto condenatorio contra el Centro Médico Antillano por considerar que hugo negligencia médica, en el caso de de la muerte del periodista José Miguel Montero.
Este trágico suceso ocurrió poco después de que Montero se sometiera a una cirugía ambulatoria en la que se realizarían correcciones en su nariz, incluyendo la corrección del tabique, uvuloplastia y reducción del cornete.
Según el patólogo Sergio Sarita Valdés, la falta de oxígeno y la ausencia de dispositivos de monitoreo cardíaco y signos vitales durante el período postoperatorio fueron determinantes en su fallecimiento.
La familia de Montero expresó su incredulidad ante la situación, ya que esperaban que la cirugía fuera rutinaria y que pudieran llevarlo a casa al día siguiente. Sin embargo, la negligencia médica resultó en una tragedia inesperada. La viuda del periodista, Milagros De Oleo Ramírez, reveló la falta de equipos básicos en la habitación después de la cirugía, incluyendo la ausencia de tanques de oxígeno.
En el proceso judicial, el Centro Médico Antillano fue condenado a pagar una indemnización de 4 millones 500 mil pesos, al igual que los doctores Carlos Marmolejos Oliva y Gabriel Molina, quienes estuvieron involucrados en el procedimiento. La sentencia destacó la responsabilidad del centro médico y los médicos en garantizar la seguridad y el cuidado del paciente antes, durante y después de la cirugía.
El veredicto también señaló que el Centro Médico Antillano no cumplió con su deber de proporcionar los cuidados postoperatorios adecuados, especialmente teniendo en cuenta la naturaleza de la cirugía y las necesidades del paciente. Montero se sometió al procedimiento para corregir un problema nasal que afectaba su calidad de vida y la convivencia familiar.
La sentencia, emitida el 25 de febrero de 2016, puso fin a una década de espera por parte de la familia de Montero por justicia. Su fallecimiento, ocurrido el 3 de agosto de 2012, fue el resultado de una serie de errores médicos que podrían haberse evitado con un cuidado adecuado por parte del personal médico y el centro hospitalario.
Fuente:NDigital.com.do
