Redacción Internacional.- El Gobierno de Estados Unidos ha reiterado su posición de que la frontera sur del país no está abierta y que está tomando medidas para enfrentar el desafío migratorio que enfrenta actualmente.

En una rueda de prensa reciente, un funcionario del gobierno explicó que aunque el número de migrantes que llegan a la frontera ha aumentado en los últimos meses, esto no significa que la política migratoria del país haya cambiado.

El gobierno estadounidense ha estado trabajando para controlar el flujo de migrantes a través de la frontera, implementando políticas como el Título 42, que permite la expulsión rápida de migrantes debido a preocupaciones de salud pública durante la pandemia de COVID-19. Sin embargo, algunos grupos han criticado esta política y han pedido su eliminación.

El funcionario del gobierno explicó que las medidas que se han tomado son necesarias para abordar el desafío migratorio que enfrenta el país, y que el gobierno está trabajando para mejorar las condiciones en los países de origen de los migrantes para abordar las causas subyacentes de la migración. Además, el gobierno está trabajando en colaboración con los gobiernos de los países de origen y de tránsito para abordar el problema de manera integral.

La situación en la frontera sur de Estados Unidos sigue siendo un tema de preocupación para el gobierno y para la comunidad internacional. Si bien es importante abordar las causas subyacentes de la migración, también es importante garantizar que los derechos humanos de los migrantes se respeten y protejan durante todo el proceso.