Las peleas entre parejas y los divorcios ejercen una influencia directa sobre el Estilo Explicativo de los niños. Numerosos estudios han establecido que las peleas maritales y los divorcios causan depresión en los infantes. Estos infantes son altamente depresivos y permanecen así por mucho tiempo; aun después que las peleas o el divorcio hayan finalizados. Se ha comprobado también que, en sus vidas, a ellos les suceden eventos adversos e inconvenientes con más frecuencias que a los niños de familias intactas, cuyos padres mantienen una relación estable y cordial. Se puede asegurar que las relaciones toxicas entre los padres o adultos afectan negativamente a los niños por mucho tiempo.

No es precisamente que las peleas sean malas, es la forma de pelear. Si los padres tienen diferencias de opinión y se sientan delante de los pequeños a resolverlas llegando a acuerdos productivos, entonces la pelea fue productiva. Impacta los niños positivamente porque aprenden a resolver los conflictos de forma eficaz. Muy diferente a las peleas toxicas llena de insultos e irespeto entre los padres, las cuales no resuelven nada. Estas peleas son improductivas y causan depresión en los niños. Por eso los adultos en general deben tomar en cuenta las peleas que tienen en frente de los pequeños. Muchas veces es mejor dominar el enojo y olvidarse del orgullo, o conformarse con la situación por el momento. Hay que pensar antes de provocar a su pareja o responderle cuando está siendo provocado. Cuando uno está en control de sus emociones puede escoger si pelear o no pelear. O, decidir adonde y como pelear.

El caso es que las peleas de parejas conducen a la depresión en los niños. El estado depresivo del pequeño a su vez afecta su Estilo Explicativo, el cual se vuelve mucho más pesimista. Este estado se evidencia muchas veces en el desenvolvimiento académico en la escuela. El rendimiento escolar comienza a bajar o el comportamiento empeora. Se forma un triángulo de fracasos. La Depresión conduce a un Estilo Explicativo Pesimista, este afecta el Rendimiento Académico. Es un triángulo de derrota y fallas que vas a perdurar por mucho tiempo, por el resto de la vida de no ser tratado terapéuticamente.