Ramiro Estrella (@RamiroE05751500) / Twitter

El autor es periodista. Reside en el municipio Santo Domingo Este

Corrupción es un término que generalmente indica el mal uso por parte de un funcionario de su autoridad y los derechos que se le confían, así como la autoridad relacionada con este estado oficial, oportunidades, conexiones para beneficio personal, contrario a la ley y los principios morales.

La corrupción también se produce con el soborno de funcionarios, y ha sido uno de los grandes males que nos no deja desarrollar como nación.

Muchos tipos de corrupción son similares al fraude cometido por un funcionario y pertenecen a la categoría de crímenes contra el poder estatal.

Los escándalos de corrupción han imperados en casi todos los gobiernos, exceptuando los siete meses de gestión del profesor Juan Emilio Bosch Gaviño, en 1963. Durante la gestión del expresidente Hipólito Mejía 2000-2004, pudo haber existido muchas intenciones, pero no existió una política de Estado dirigida a su combate.

Muchos políticos, por no decir casi una mayoría, han aprovechado el Estado para enriquecerse sin sanción en la mayoría de los casos, fundamentalmente por la debilidad institucional y por un sistema de impunidad creado para su protección.

El Estado ha sido depredado por gente que ha ido a la política a buscar fortunas, y sólo la ven como una forma de ascenso social y económico, no para servir al país.

Este flagelo ha impedido que la República Dominicana solucione sus problemas fundamentales. Se produce en el sector público, en el sector privado y otros estamentos de la sociedad.

Pocos presidentes se han decidido en enfrentarla, a pesar de que muchos los han prometido, pero durante y al término de su mandato el problema persiste y se agrava.

La corrupción afecta al crecimiento económico de los países, tanto directa como indirectamente, a su competitividad, y está estrechamente ligado a la desigualdad en el reparto de la riqueza. 

Las naciones pobres o en vías de desarrollo, como es el caso de la República Dominicana, son los que sufren con mayor intensidad este obstáculo al desarrollo.

Muchos países han podido salir del atraso, de su pobreza, y encauzarse por el sendero del desarrollo frenando la corrupción, la cual provoca grandes desigualdades sociales.

El dinero que se llevan a sus bolsillos funcionarios de turnos, evita la construcción de nuevos hospitales, escuelas, en fin, obras prioritarias de una nación. La República Dominicana no ha escapado de este problema.

Hemos tenidos presidentes que desde la oposición han prometido enfrentar la corrupción, pero cuando llegan a la Presidencia de la República, todo queda en el olvido. 

 

Danilo Medina:” En el PLD se acabaron los tiempos de estar en privilegiadas  posiciones y la vagancia” | Listín Diario

Como ejemplo podemos señalar el caso más reciente de Danilo Medina, quien con “bombo y platillos” prometió combatir la corrupción, llegando a decir que quitaría a sus funcionarios hasta por un simple rumor público. Los hechos lo dejaron muy mal parado. 

Los ocho años que Danilo Medina dirigió los destinos del país a través del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) fueron bien aprovechados por familiares del exmandatario para hacerse de una gran fortuna mediante una red de corrupción que articuló su hermano Juan Alexis Medina. 

Sus hermanos se convirtieron en los principales implicados por corrupción del caso Antipulpo, según un voluminoso expediente presentado por el Ministerio Púbñlico

Infografía

La acusación dice que Juan Alexis Medina utilizó sus influencias en la Presidencia y la imponente estructura familiar como una especie de escudo protector para organizar su entramado societario para distraer fondos del patrimonio del Estado dominicano.

 

 

 

 

Algunas personas y sectores alegan que es un problema sin solución. Graso error. Otros países han logrado reducirlo a su mínima expresión y el país también tiene esa capacidad, pero ha faltado la voluntad de sus gobernantes.

Tengo muchos años diciendo y escribiendo que el combate a la corrupción desde el Estado sería frenado cuando apareciera un Presidente que tuviera las intenciones reales de hacerlo, enviando un claro mensaje al país de su interés y aplicando sanciones a sus funcionarios. Un Presidente de la República marca el rumbo de un país con su buen ejemplo. Sería lo mismo que ocurre en la casa con los padres frente a sus hijos.

 Y ciertamente que estamos en la presencia de uno que está cumpliendo con eso: Luis Abinader, quien desde antes de tomar las riendas del Estado dijo que encararía con acciones el problema.

Alcanzado el objetivo, empezó a dar demostraciones fehacientes. Los ejemplos han sido contundentes; el mandatario ha dispuesto la cancelación de funcionarios de su gobierno mencionados o implicados judicialmente en actos de corrupción, enviando una clara señal al país. Los casos son hartamente conocidos.

Y como parte del interés de Abinader desde el gobierno que preside se han tomado medidas para transparentar el manejo de los gastos del Estado, en aras de garantizar y evitar la ocurrencia de actos de corrupción.

Abinader ha establecido un nuevo estilo de gobernar el país sin corrupción y sin impunidad. Sin patrocinar ni permitir el robo de los recursos del Estado. También ha encarado con éxito la crisis social y económica heredada del pasado gobierno, y que se agudizó más con la llegada del Covid-19. Ha recuperado la economía y los empleos.

Definitivamente, que la elección de Luis Abinader como presidente de la República ha representado un gran paso de avance, y es lo mejor que la ha pasado al país.

Abinader no solo promete, también ejecuta

 

Conformación de su gabinete

Pero también cabe señalar, que de manera muy certera el mandatario ha tomado en cuenta a las personas idoneas y comprometidas con el país, para ocupar posiciones de importancias en el gobierno, con el interés de garantizar un correcto manejo de los fondos públicos, y que se hagan las inversiones que necesita el país, en el campo de la salud, economía, educación y otras áreas de importancia.

Deligne Ascención

En ese orden, están los casos de los ministros de Obras Públicas Públicas y de Educación, Deligne Ascención, Roberto Fulcar y el administrador general del Banco de Reservas, quienes desde sus respectivas funciones trabajan sin descanso para llevar a cabo una labor dentro de los lineamientos del presidente Abinader.

Bajo la gestión de Ascención en su primer año de gestión en el MOPC se construyeron más obras que en los cuatro últimos del pasado gobierno, dicho por el propio Presidente. Eso de por sí habla de la importancia para el país que ha tenido su designación.

Roberto Fulcar dice no hay condiciones para anunciar inicio del próximo año  escolar - Diario Libre

Roberto Fulcar

En el caso de Roberto Fulcar, el funcionario presentó 23 indicadores de logros de su Plan de Educación con directores de medios de comunicación

El funcionario expuso que se identificaron a todos los docentes que carecen de un dispositivo para la capacitación docente, los cuales ascienden a 76,236. Se realizó un inventario de los equipos en posesión de suplidores del Ministerio de Educación que no habían sido entregados, y se procedió a la recuperación de los mismos.

También explicó que se concertó con “nuestros aliados estratégicos los elementos fundamentales para el programa de capacitación y formación docente. Ya está desarrollada la Plataforma para la formación en línea, los contenidos están disponibles para ser implementados, se virtualizaron los contenidos de la capacitación docente y se dotó de dispositivos a los docentes.

Samuel Pereyra, administrador general del Banreservas, funcionario público  de noviembre | Nota Clave de Alfonso Quiñones
Samuel Pereyra

Dio en la diana también el mandatario con la designación del administrador general del Banco de Reservas, Samuel Pereyra, quien le ha dado un nuevo giro a esa institución.

Pereyra presentó un desempeño extraordinario, al lograr un incremento sustancial en los principales indicadores, como utilidades netas, activos, cartera de depósitos, préstamos, patrimonio e índice de solvencia.
El administrador general de la institución financiera, Samuel Pereyra, explicó que los activos del Banco alcanzaron RD$696,045 millones, al cierre de noviembre de 2020, superiores en RD$109,858 millones, para un 18.7%, con respecto a julio.

Asimismo, la cartera de préstamos bruta registró una expansión de un 5.6%, equivalente a RD$17,815 millones, para ascender a RD$334,463 millones.

Impulso a la economía

El administrador general de Banreservas dijo que como medida de apoyo a la dinamización de la economía, el Banco desembolsó desde agosto RD$90,519 millones; de los cuales RD$22,886 millones corresponden a los fondos liberados de encaje, RD$19,345 millones de Facilidad de Liquidez Rápida y RD$48,288 millones con recursos propios.