Me conformo con la transparencia

La honradez, la honestidad y la integridad son principios que lamentablemente no han estado muy presente en la historia política dominicana, pues la corrupción administrativa ha estado presente en el accionar de casi todos los gobernantes que han pisado el solio presidencial. 

La mayoría de nuestros gobernantes, aspirando desde la oposición y en campaña, nos han prometido villas y castillas, nos han prometido gobernar bien, a hacer gobiernos transparentes, pero una vez en el poder las cosas suelen ser muy diferentes, pues sus acciones no le han picado ni cerca a la honradez, la honestidad y la integridad, dejándose arropar totalmente por la corrupción política y administrativa a nivel de todas las instancias estatales.

Gracias al flagelo de la corrupción administrativa y política la mayoría de dirigentes políticos, desde el poder, se han hecho millonarios a diestra y siniestra. Pero lo peor no solo ha sido que se hayan hecho millonarios ilícitamente, sino que han robado y quedado impunes, tranquilos en sus casas, disfrutando plácidamente de los cientos de millones que han llevado en sus bolsillos.

Mientras nuestros dirigentes políticos se han hecho millonarios período tras período, la pobreza extrema se ha hecho cada vez más pronunciada, haciendo más pobres a los pobres, más necesitados a los necesitados, convirtiéndose en un obstáculo mayúsculo para lograr el tan cacareado desarrollo económico.

Lo cierto es que nuestros gobernantes y los funcionarios que los han acompañados no han obrado con rectitud, justicia y honestidad. No han actuado respetando las normas sociales, no han obrado en apego a las leyes, a la justicia, a los valores morales, a la honradez, sin escatimar los daños y los perjuicios que les causan a los demás.

En nuestro país hemos reclamado hasta la saciedad la transparencia política en todo el accionar de nuestros gobernantes, como el camino más expido para alcanzar el verdadero desarrollo socio económico por el que tanto hemos deseado y trabajado, lo que de paso nos permitiría eliminar de una vez y por toda la pobreza extrema en la que se encuentran cientos de miles de dominicanos.

Gobernar con transparencia no es solo que desde el Estado se divulgue todo lo que se hace, sino evitar que los funcionarios se aprovechen de sus cargos para enriquecerse ilícitamente, es además luchar contra todos los actos de corrupción y garantizar que el funcionario que haya cometido actos de corrupción, en el pasado y en el presente, quede impune sin recibir el castigo que le corresponde.

Gobernar con transparencia es evitar la corrupción y la impunidad, los dos flagelos más letales y lesivos para una nación.

Gobernar con transparencia es luchar contra la corrupción y la impunidad tanto del pasado como del presente, es recuperar todos los bienes y recursos del patrimonio público que se hayan robado, por constituir un delito en contra de la nación.

Una de las características fundamentales y esenciales de un buen gobernante es obligar a todos los funcionarios, sin importar la categoría, a dar cuenta a los ciudadanos de todas sus acciones.

La transparencia gubernamental es sinónimo de responsabilidad, lo que consiste en actuar con valentía y a tiempo contra los funcionarios que cometan anomalías en el ejercicio de sus funciones, suspendiéndolos para fines de investigación cuando hayan sido denunciado y cancelándolos ipso facto  cuando se haya comprobado la veracidad de lo denunciado.

En la presente coyuntura social y económica en la que nos encontramos en nuestra nación, producto de todos nuestros males del pasado y del presente, agravados por la presente pandemia que nos arropa, yo me conformo con la transparencia, con la honestidad, con la pulcritud y con la claridad gubernamental como hasta ahora a actuado el presidente Luis Abinader, quien no le ha temblado el pulso para actuar y cancelar a todo el que ha cometido anomalía desde su cargo.

Hasta el momento el presidente Luis Abinader, con la cancelación de los funcionarios que han cometido anomalías, ha dado muestra fiel y clara de transparencia, honestidad y pulcritud desde la presidencia de la República, lo que constituye un mensaje para todo el engranaje gubernamental, de que no permitirá acciones de corrupción contra el erario, de que en modo alguno permitirá acciones fraudulenta contra los intereses de la nación, de que no permitirá ningún tipo de anomalía que perjudique a nuestra nación.

En el pasado gobierno se denunciaron cientos de actos de corrupción y de anomalías por parte de sus funcionarios, pero esas denuncias nunca fueron tomadas en cuentas, nunca fueron investigadas, permitiéndose los robos más vulgares y públicos en perjuicio de los intereses nacionales. 

A pesar de que todos los sectores más representativos de nuestra nación exigían que se actuara, esos funcionarios nunca fueron suspendidos, nunca fueron investigados y nunca fueron cancelados.

Las cosas ya empiezan a cambiar en nuestro país, ya las cosas no son como antes, ya tenemos pasos inequívocos que nos ponen de manifiesto de que desde la presidencia de la República existe la clara voluntad de no permitir la corrupción, la impunidad, de no permitir ningún tipo de anomalía por parte de los funcionarios.

Yo me conformo con un gobierno decente, decoroso, recatado, pudoroso, razonable, justo, probo, recto y honrado.

Ya la nación dominicana está cansada de los políticos demagogos que solo quieren llegar al Estado para asaltarlo, atracarlo y desfalcarlo para enriquecerse ilícitamente, con la macabra intención de quedar impune, y desde la impunidad disfrutar a su ancha todo lo que se han robado. 

Es por eso que yo me conformo con la transparencia como una prueba tangible de que las cosas están cambiando en nuestra nación. Como una prueba fiel de que se está gobernando con la debida honestidad.

Cuando elaboraba este trabajo me enteré de que los Estados Unidos están satisfecho con la gestión presidencial de Luis Abinader por su combate a la corrupción

“El gobierno de los Estados Unidos se siente muy satisfecho de como el presidente Luis Abinader ha profundizado el proceso democrático en la República Dominicana, impulsando la transparencia, combatiendo la corrupción y construyendo una sociedad en la que todos los dominicanos puedan prosperar, dijo el subsecretario adjunto para Asuntos del hemisferio occidental del Departamento de Estado, Marks Wells”, dice la nota informativa que llego a mis manos.

Sigamos apoyando al presidente Abinader por su firme postura en contra de la corrupción, tarde o temprano se podrán ver los resultados tangibles.

La lucha contra la corrupción no puede ser un simple deseo, sino una realidad que beneficie a nuestra nación en todos los sentidos.

De manera que en la presente coyuntura yo me quedo y me conformo con la transparencia gubernamental.