Desclaficación de documentos secretos del Vaticano han revelado nuevas pistas de la respuesta que en su ocasión dio el papa Pío XX ante el Holocausto, según revela al medio infobae.com

Todo quedó al descubierto cuando el Vaticano abrió sus archivos secretos del entonces pontificado durante la Segunda Guerra Mundial en marzo, siendo el historiador de la Universidad Brown, David I. Kertzer, uno de los primeros en la fila.

Según revela el medio, como muchos otros académicos, Kertzer había estado ansioso por analizar los documentos de un Papa, que durante mucho tiempo fue considerado para la santificación y cuya respuesta al nazismo y el Holocausto se ha convertido en el blanco de un feroz debate.

Algunos han catalogado a Pío XII como el pontífice que permaneció vergonzosamente silencioso mientras los nazis masacraban a los judíos durante la guerra, mientras que otros afirman que trabajó entre bastidores para alentar a la Iglesia Católica Romana a salvar a miles de judíos y otras víctimas de persecución.

Ahora los documentos de los archivos están comenzando a filtrarse, ofreciendo una muestra temprana de lo que podría surgir de las decenas de miles de artículos que los académicos habían deseado estudiar durante décadas. El pontificado de Pío XII se extendió desde 1939 hasta 1958.

En un artículo publicado en The Atlantic, el profesor Kertzer reveló documentos inéditos, incluido un memorando que aconsejaba a Pío que no hiciera una protesta formal cuando la Gestapo reunió a 1.000 judíos de Roma el 16 de octubre de 1943 para su deportación al campo de concentración de Auschwitz.

Kertzer también encontró un rastro de documentos que revelan que los funcionarios del Vaticano ordenaron a los clérigos en Francia que se resistieran a entregar a dos niños judíos que habían sido puestos al cuidado de católicos locales y bautizados cuando sus padres fueron asesinados en Auschwitz, a pesar de los fallos de los tribunales franceses que ordenaban que los niños se los entreguen a su tía.

La resistencia de la iglesia a los esfuerzos que la tía realizó durante años para recuperar a los dos niños —Robert y Gérald Finaly— fue noticia internacional en ese momento, incluso en la portada de The New York Times. Los documentos muestran que se mantuvo informado a Pío, incluso cuando monjas y monjes franceses fueron arrestados por cargos de secuestro de los niños.