Como esas tropas élites que se vuelven contra sus propios gobiernos, El Sol de La Mañana (ESDLM), uno de los programas premium en la comunicación social favorable al gobierno, rasgó esta semana muchas vestiduras cuando confirmó los cuestionamientos al estilo politizado y poco profesional con que la administración del  PLD conduce la crucial lucha contra el Coronavirus, conforme críticas que se les hacen desde la sociedad civil y la acera política del frente.
 
“La oposición tiene razón, Salud Publica están dando los boletines como quiere el gobierno”, dijo Melton Pineda, una de las voces más enfáticas del programa, en medio de cuestionamientos a la forma en que es conducida la plataforma política con que la administración del presidente Danilo Medina maneja y controla todas las estadísticas y enormes recursos de la lucha contra el COVID19.
 
Los cuestionamientos se incrementan por la discrecionalidad exclusiva con que el ministro Rafael Sánchez Cárdenas maneja la política COVID19, duramente cuestionada por debajo por altos funcionarios del área, y del más alto nivel del poder.
 
Además de decir primero que los datos con que se maneja acusan gran retraso, y desmentirse al otro día, Sánchez Cárdenas también cayó en una sorprendente contradicción esta semana al decirle dos veces a Alicia Ortega que nunca había recibido pruebas de contagio  que el candidato presidencial oficialista dijo al país que había traído desde China, y de nuevo al día siguiente desmentirse con que no hizo el señalamiento, grabado en video disponible en las redes.

Los conductores del espacio, que tienen por ancla al talentoso comunicador Julio Martínez Pozo, parecen haberse resentido además porque desde el manejo estratégico comunicacional de Palacio lo pusieron a hacer el papelazo mostrar falsas certificaciones y a citar testigos que los desmintieron en el aire, en el sentido de que el candidato presidencial puntero para ganar en primera vuelta las elecciones del próximo 5 del próximo fingía su afección de COVID-19, que se ha revelado padecen además su esposa y 2 de sus tres hijas.  
 
En el encono, sobre todo de Martínez Pozo y José Laluz, que por diversas razones seguirán sirviéndole al gobierno del PLD, es porque independientemente de sus manejos lo comunicadores deben su vigencia a la credibilidad que a lo largo del tiempo  les concede el público. Melton Pineda optó por renunciar del espacio.
 
Cuando faltan dos semanas para las elecciones, la credibilidad del ministerio de Salud desmorona uno de los pilares del control gubernamental que le ha permitido ir de estados de excepción en excepción en lo que se refiere a la prevalencia y control de la pandemia
 
La critica situación involucra, como se puede ver, el manejo de la candidatura presidencial del oficialismo, a los ministerios de la Presidencia, de Salud Pública, al propio despacho del Presidente de la República en incluso su relación con el Congreso  Nacional y el empresariado que a través del CONEP ha respaldado su manejo de la crisis.
 
La oposición, encabezada por el Partido Revolucionario Moderno y una amplia coalición de organizaciones y personalidades nacionales, ha aceptado de no muy buenas ganas las decisiones estatales que se le presentaban basadas en informaciones fidedignas.
 
Ahora, ante las revelaciones de los defensores de la comunicación gubernamental tendría que revaluar su actitud ante el giro que toman los acontecimientos con la aparición de estas revelaciones.
  
Pineda resaltó como otra seria contradicción en el gobierno el hecho de que el ministro de Educación habría expuesto que ya no habrá tanda extendida en la educación primaria, lo que junto a lo revelado este domingo por la Asociación Dominicana de Profesores, de que Gonzalo tiene el propósito de reducir el 4% del PIB en la educación pre universitaria, se convierte en otro serio hándicap de la candidatura oficial.