BERLÍN.- Alemania castigará con hasta tres años de cárcel la quema de banderas extranjeras, incluida la de la Unión Europea, según una ley aprobada este viernes por la Cámara alta del Parlamento (Bundesrat) que hace extensiva la protección de que gozaba hasta el momento solo la enseña alemana.

A partir de ahora, la destrucción o desfiguración de banderas que representen a otros Estados, así como el mero intento de hacerlo, serán constitutivos de delito sin necesidad de que existan relaciones bilaterales y de que el Gobierno alemán habilite la persecución por vía penal, como era requisito hasta la fecha.


Además, la insignia de la Unión Europea, así como su himno, que carecían hasta el momento de estatus jurídico, quedan situados al mismo nivel que los símbolos nacionales de Alemania y de otros Estados.

“La quema de banderas en el espacio público no tiene nada que ver con la protesta pacífica”, declaró la ministra de Justicia, la socialdemócrata Christine Lambrecht, en el Bundestag a mediados de mayo, cuando el proyecto de ley fue aprobado por la Cámara baja del Parlamento.

La ministra aseveró entonces que la quema de banderas es un gesto que “hiere los sentimientos de muchas personas” e “incita al odio, la ira y la agresión”.

El proyecto de ley fue aprobado con el apoyo de los miembros de la coalición de Gobierno de conservadores y socialdemócratas, mientras que Los Verdes, el partido liberal (FDP), La Izquierda y la formación ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) criticaron diversos aspectos de la medida.

El presidente del Consejo Central de los Judíos en Alemania, Josef Schuster, dio la bienvenida a la nueva ley, recordando cómo en 2017 se quemaron banderas israelíes en Berlín durante una manifestación contra la decisión de Estados Unidos de reconocer a Jerusalén como la capital israelí.

“Se trata de actos agresivos que no solo reflejan una profunda animadversión contra el Estado judío, sino que además cuestionan el derecho a la existencia de Israel”, comentó Schuster en declaraciones recogidas por medios alemanes.

La AfD, que en 2017 había criticado duramente la falta de consecuencias legales para los manifestantes que quemaron banderas israelíes, se posicionó sin embargo en contra de la nueva ley, al considerar que penalizar la destrucción de símbolos europeos es una intromisión en la libertad de opinión.