Con pequeñas reactivaciones económicas y reaperturas, América sigue siendo el foco principal de la pandemia. La mayoría de casos se presentan en EEUU, Brasil y Perú.

Argentina reporta 949 nuevos casos de COVID-19 y las muertes totalizan 583
Argentina reportó este miércoles 949 nuevos casos de COVID-19, el mayor registro diario hasta el momento y que eleva el número total de contagios a 19.268, mientras que los fallecimientos suman 583, tras registrarse 13 nuevas muertes.

El reporte diario vespertino que difunde el Ministerio de Salud argentino precisó que los decesos verificados en el último día corresponden a ocho hombres y cinco mujeres.

Los fallecidos, con edades que van de los 54 a los 85 años, eran residentes de la capital del país y de las provincia de Buenos Aires, Chaco (norte), Córdoba (centro) y Río Negro (sur).

De los 19.268 positivos por coronavirus detectados desde el 3 de marzo y hasta el momento por las autoridades sanitarias de Argentina, 977 son importados (5,1 %), 8.217 son contactos estrechos de los casos confirmados (42,6 %), mientras que 6.941 (36 %) son casos de circulación comunitaria y el resto se encuentra en investigación epidemiológica.

La capital del país sigue siendo el distrito con más casos confirmados hasta el momento (9.318, de los cuales 467 fueron reportados este miércoles), seguida por la provincia de Buenos Aires, con 7.074 contagios confirmados, 442 de ellos reportados este miércoles.

Según informaron fuentes oficiales, hay 288 personas ingresadas en unidades de cuidados intensivos y 5.896 pacientes que ya han sido dados de alta.

Hasta el momento, en Argentina, donde rigen medidas de aislamiento desde el 20 de marzo, se han realizado un total de 172.947 test para detectar el virus, con una tasa de 3.811 pruebas por cada millón de habitantes.

La secretaria de Acceso a la Salud de Argentina, Carla Vizzotti, señaló este miércoles que cerca del 85 % de los departamentos del país se encuentra en una situación de reapertura "programada y progresiva" de las actividades.

"Seguimos con el foco de la transmisión comunitaria en la región metropolitana de Buenos Aires. La mayor cantidad de casos, más del 95 % de los confirmados en el día de ayer (martes) y más del 75 % de los acumulados, se encuentran en esta región", señaló Vizzotti.

Bogotá refuerza controles en populosa localidad ante el avance de la pandemia
La Alcaldía de Bogotá aumentó los controles sanitarios y la entrega de mercados ante el avance del coronavirus en la ciudad, sobre todo en la populosa localidad de Kennedy, que concentra el 25 % de los contagiados de la capital colombiana que obligaron al cierre total de este sector el pasado lunes.

Trabajadores de la Alcaldía recorrieron este miércoles la localidad de Kennedy, la más densamente poblada de Bogotá, para controlar la situación en los puntos con más aglomeraciones, como Corabastos, el mercado mayorista más grande de Colombia.

En Bogotá están concentrados 10.743 de los 31.833 casos de COVID-19 del país, de los cuales 2.776 están en Kennedy.

El Gobierno local también entregó kits de alimentos y aseo a familias vulnerables. Según cifras de la Alcaldía, desde el lunes se han entregado 3.253 ayudas humanitarias y se han atendido a 11.089 personas con información y pedagogía.

El subsecretario de Gobierno de la Alcaldía, José Riveros, explicó a Efe que se centraron en el populoso sector de Kennedy porque "uno de cada cuatro casos de COVID-19 de la capital está en esta localidad" y también "uno de cada tres muertos asociados al virus".

Riveros informó que la movilidad se redujo un 50 % desde que la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, decretó el sábado pasado el cierre total de la localidad desde el 1 hasta el 14 de junio.

Desde entonces, la Policía ha reportado cerca de 100 comparendos por no usar el tapabocas y unos 500 por no acatar la norma de aislamiento obligatorio, sanciones que tienen un valor de un millón de pesos (unos 280 dólares).

Dayro Torres, residente de Kennedy, aplaudió las ayudas y controles de la Alcaldía y admitió que muchos de sus vecinos no tienen "precaución, salen sin tapabocas, no usan alcohol ni se lavan las manos" y "mucha gente no se cuida y puede contagiar a otros".

Para estrechar el cerco de los contagios, equipos sanitarios visitan desde hace dos semanas a familias en riesgo con niños, personas mayores o con patologías previas a las que realizan la prueba del COVID-19 con una muestra hisopada de la garganta. Cada equipo gestiona 30 pruebas al día.

Juliana Martínez, una de las terapeutas respiratorias que forma parte del programa, explicó a Efe que ella se encarga del programa y gestiona el envío de unas 150 pruebas diarias.

Desde que empezó la iniciativa el 13 de mayo han tomado 1.700 pruebas con 41 positivos por COVID-19.

La terapeuta lamentó que a pesar del cierre total, en Kennedy todavía se ve mucha gente aglomerada en los comercios y las calles en un ambiente de total "inconsciencia e irresponsabilidad" porque "la gente todavía no cree que esto es cierto, piensan que es una teoría conspirativa".

Kennedy es uno de los sectores más densamente poblados de Bogotá, con 28.205 habitantes por kilómetro cuadrado y con 1,3 millones de habitantes, lo que lo convierte en un caldo de cultivo para la propagación del coronavirus.

Brasil registra récord de 1.349 muertes en un solo día por COVID-19
Brasil registró este miércoles un récord de 1.349 nuevas muertes por COVID-19 en un único día, con lo que el total de fallecimientos por la pandemia en el gigante latinoamericano se elevó a 32.548, informó el Ministerio de Salud.

Se trata del segundo récord consecutivo pues Brasil ya había contabilizado el martes 1.262 nuevas muertes, hasta entonces el mayor número en un único día desde que el país registró la primera víctima por la enfermedad hace solo dos meses y medio.

El fuerte salto del número de fallecidos en los dos últimos días confirma a Brasil como el cuarto país con mayor número de muertes por la pandemia en el mundo, por detrás de Estados Unidos, Reino Unido e Italia, y lo deja muy cerca del tercer lugar ya que, según los datos de la Universidad Johns Hopkins, las víctimas italianas sumaban hasta hoy 33.601, pero su curva ya es descendente.

De acuerdo con el boletín divulgado por el Ministerio de Salud, en las últimas 24 horas se registraron 28.633 nuevos casos de la enfermedad, ligeramente por debajo de los 28.936 nuevos contagios de la víspera.

El número total de contagiados subió a 548.016 desde que el país registró el primer caso del nuevo coronavirus el 26 de febrero pasado, lo que confirman a Brasil como el segundo país con más casos en el mundo después de Estados Unidos (1.850.144) y como el epicentro de la pandemia en América Latina.

Según el boletín del Ministerio, 312.851 pacientes, que constituyen el 53,6 % del total de infectados, aún están bajo cuidados médicos, mientras que 238.617 (40,9 %) se recuperaron y recibieron el alta.

Las elevadas cifras de casos y muertos se producen en momentos en que varios Gobiernos regionales y municipales de Brasil pusieron en marcha esta semana procesos graduales de desescalada de las medidas de paralización económica y comenzaron a flexibilizar las orientaciones de distanciamiento social.

La flexibilización es criticada por especialistas y científicos, que consideran que el país aún está lejos del pico de la curva de contagios, lo que está previsto para julio, y que en algunas regiones la infraestructura hospitalaria aún puede colapsar.

Entre los estados que iniciaron procesos de flexibilización de las medidas restrictivas destaca Sao Paulo, el más poblado de Brasil, con 46 millones de los 210 millones de habitantes del país; el más rico e igualmente el más afectado por el COVID-19.

Según el boletín del Ministerio, dos días después de iniciar su desescalada, el estado de Sao Paulo acumula 123.483 casos de la enfermedad y 8.276 víctimas, muy por encima de los registros del estado de Río de Janeiro, que suma 59.240 casos y 6.010 muertes.

La desescalada es presionada por el presidente Jair Bolsonaro, uno de los gobernantes más escépticos sobre la gravedad de la pandemia, que llegó a calificar el COVID-19 como una "gripecita" y que desde el comienzo de la crisis defiende el fin de las medidas de distanciamiento impuestas por los Gobiernos regionales y la normalización de todas las actividades.

Para el líder ultraderechista, que perdió sus dos últimos ministros de Salud por divergencias sobre la estrategia frente al COVID-19, más de la mitad de la población contraerá la enfermedad independiente de las medidas de aislamiento que se adopten por lo que su prioridad es evitar que la crisis económica pueda provocar un número superior de muertes.

El número récord de muertes en Brasil coincidió con la alerta hecha hoy por la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre la preocupante evolución de la pandemia en Suramérica y Centroamérica, regiones en los que el ritmo de aumento diario de casos se sigue acelerando.

El director de Emergencias Sanitarias de la OMS, Mike Ryan, dijo que resulta inquietante la intensidad con la que el virus SARS-CoV-2 se está transmitiendo en el conjunto de la sociedad latinoamericana, muy en particular en Brasil y Perú.

"Cuando esto ocurre es muy difícil extirparlo de raíz. Se requiere una estrategia integral, no solo medidas sociales, sino una comunidad empoderada y una sólida coordinación gubernamental", opinó.

Las muertes por COVID-19 se disparan en Guatemala con 20 decesos en 24 horas
Guatemala contabilizó este miércoles la muerte de 20 personas por COVID-19, su máximo registro en un día, y llegó a 143 decesos causados por la enfermedad.

Las autoridades guatemaltecas informaron sobre los 20 fallecimientos en una cadena nacional en la que confirmaron además 174 nuevos contagios para un total de 5.760 casos positivos de coronavirus en el territorio.

El presidente del país, Alejandro Giammattei, lamentó la muerte de las 20 personas contagiadas en "un día triste" para las autoridades y la población.

Según el gobernante, en un 33 por ciento de los fallecimientos las personas con COVID-19 llegaron a los hospitales "ya en un estado en el que era imposible recuperarlos", además de que en la mayoría de los casos presentaban enfermedades previas.

Giammattei puso como ejemplo un contagiado que llegó a un hospital "a las tres de la mañana y a las cuatro de la mañana fallecía" debido a falta de atención previa, por lo que instó a la población a internarse cuando sea necesario.

El país no había superado la barrera de 12 fallecimientos en un solo día, reportados el 28 y 30 de mayo, y los 20 fallecidos de este miércoles casi triplican la cifra del martes (7).

El presidente guatemalteco presentó y juramento en la cadena nacional al doctor Edwin Asturias, director de la recién formada Comisión Nacional Contra el COVID-19.

Asturias fue el principal precursor de un acuerdo ministerial que entró en vigor este miércoles como "estrategia nacional" ante el COVID-19, y que organiza el desconfinamiento del país en cuatro fases

El acuerdo ministerial 146-2020, establecido por la cartera de Salud del Gobierno guatemalteco, llega 80 días después de que se detectara el primer caso de coronavirus en el país y una semana después de la creación de la Comisión Nacional Contra el COVID-19.

El objetivo principal de la normativa es "regular la estrategia nacional" para "las acciones poblacionales que deben tomarse" en busca de "la desescalada de las medidas de confinamiento".

La desescalada establecida por el Gobierno se divide cuatro fases distintas y cada una dura como mínimo 14 días antes de poder avanzar.

La "Fase 0", a la que Guatemala aún no ha llegado, equivale a la "preparación para la desescalada" y establece principalmente "la relajación de las medidas de confinamiento" para el "alivio de los ciudadanos".

La "Fase I" ordena el "inicio de la desescalada" y permite "la apertura parcial de actividades económicas y comerciales" además de "las actividades deportivas profesionales y los alojamientos turísticos sin zonas comunes".

De acuerdo a la normativa, la "Fase II" será una "apertura intermedia" que habilitará los centros de trabajo que no estaban en labores en la "Fase I".

Por último, la "Fase III" culminará las etapas con una "apertura a la nueva normalidad" con "todas las actividades económicas y centros de trabajo" disponibles.

Las variables que definirán el cambio de etapa en un plazo mínimo de 14 días son "el descenso" de casos nuevos, casos sospechosos, porcentaje de casos positivos por cantidad de pruebas y la saturación de los hospitales.

Giammattei dijo este miércoles que "tenemos una curva muy lenta de propagación", mientras Asturias había advertido el lunes en rueda de prensa que el país está en "un momento crítico" por la alta cantidad de contagios en las últimas semanas.

Guatemala sumó 348 casos nuevos el domingo, la segunda cifra más alta en un día a la fecha desde que se detectó el primer caso el 13 de marzo, solamente detrás del pasado 24 de mayo cuando fueron contabilizados 370.

Actualmente, el país se encuentra bajo toque de queda de seis de la tarde a cinco de la mañana los siete días de la semana, sin transporte público pero con muchos desplazamientos de la población según fuentes municipales.

México registra mayor cifra de contagios y muertes por COVID-19 en un día
México superó este miércoles los 100.000 casos de coronavirus tras reportar la mayor cifra de contagios y muertes diarios, con 3.912 infectados y 1.092 decesos, informaron las autoridades sanitarias del país.

Con los contagios reportados en las últimas 24 horas, el país alcanzó los 101.238 casos acumulados, un 4 % de incremento respecto a los 97.326 reportados la jornada anterior, indicó el director general de Epidemiología, José Luis Alomía en una rueda de prensa.

Los 1.092 fallecimientos, la cifra más alta reportada en una sola jornada, elevaron los decesos a 11.729 desde el inicio de la pandemia, un 10,2 % más que los 10.637 del día anterior, de acuerdo con el reporte técnico diario.

Alomía confirmó que se tienen 948 defunciones sospechosas que están a la espera de estudios de laboratorio para determinar si el COVID-19 fue la causa de su fallecimiento, por lo que están pendientes de sumarse o no a la estadística de muertes.

Las autoridades sanitarias de México reportaron el primer caso de COVID-19 el 28 de febrero pasado, y el 13 de marzo confirmaron la primera muerte a consecuencia de este virus.

Las autoridades precisaron que tanto los contagios como los decesos reportados este día no significan específicamente que hayan ocurrido las últimas 24 horas, sino que se refiere a los casos que fueron reportados a las autoridades sanitarias en este periodo de tiempo.

La parte activa de la pandemia, pacientes con síntomas en los últimos catorce día, la representan 16.829 casos, aproximadamente el 16,6 % del total de contagios acumulados, explicó el director de Epidemiología.

Las autoridades sanitarias han reportado hasta el momento un total de 44.869 casos sospechosos que esperan el resultado de sus pruebas de laboratorio, además de que 157.354 que han dado negativo y un universo de personas estudiadas de 303.461.

La Ciudad de México y el Estado de México, que comparten límites, representan las entidades con la mayor carga de casos acumulados y de casos activos, además de las defunciones y de la ocupación hospitalaria, señalaron las autoridades.

Alomía reportó una ocupación hospitalaria promedio del 44 % a nivel nacional en el número de camas generales para enfermos por COVID disponibles en 768 hospitales y de un 37 % en las de terapia intensiva para enfermos graves que requieren de intubación.

El Gobierno mexicano comenzó este 1 de junio la etapa de la "nueva normalidad" en el país que está basada en un plan de reactivación por fases basado en un semáforo de cuatro colores que determina el factor de riesgo en los estados.

Panamá, que acumula 357 muertes por COVID-19, suma más de 500 casos en un día
Panamá reportó este miércoles 514 nuevos casos de COVID-19, la cifra más alta en un día, y cinco fallecidos, lo que llevó a un acumulado de hasta 14.609 contagios confirmados y 357 muertes por la enfermedad detectada el 9 de marzo pasado en el país.

El Ministerio de Salud indicó que el 43 % de los 514 nuevos casos corresponden a los conglomerados identificados en la ciudad de Panamá, "lo que indicaría la necesidad de implementar una normalidad asimétrica", lo que puede implicar medidas como cercos sanitarios.

Este aumento en los casos de COVID-19 viene aparejado con una alza en el número de pruebas, 1.656 realizadas en las últimas 24 horas, y se registra tras la apertura del primer bloque de actividades económicas el pasado 13 de mayo (ventas minoristas por internet y entrega, servicios técnicos y pesca), y del segundo el pasado lunes (industria y construcción pública).

Desde el lunes pasado Panamá reemplazó las restricciones a la movilidad, por género y de dos horas diarias vigentes desde el 25 de marzo, por un toque de queda nocturno, y las autoridades han dicho que la apertura de los cuatro bloques económico pendientes, que incluyen el comercio no esencial que sigue cerrado, depende del comportamiento de virus.

"El incremento de casos es un fenómeno esperado al ir flexibilizando las medidas de mitigación" del nuevo coronavirus, "pero afortunadamente, por ahora" se mantiene la capacidad hospitalaria", explicó el miembro del comité de asesores del Ministerio de Salud, el infectólogo pediatra Xavier Saez-Llorens.

En un mensaje en su cuenta de Twitter, Saez-Llorens dijo que los casos nuevos reportados este miércoles "provienen, en su mayoría, de corregimientos activos", unos 23, "más los brotes en cárceles", donde se han reportado al menos 664 contagiados por COVID-19 y un fallecido por la enfermedad.

El incremento de casos "refuerza la importancia del autocuidado responsable (uso de mascarilla, distanciamiento físico, salir solo en casos de necesidad imperiosa)" así como la "identificación de casos, aislamiento y trazabilidad de contactos" lo que es una responsabilidad de las autoridades sanitarias, agregó Javier Nieto, otro asesor del Ministerio de Salud.

El reporte epidemiológico indicó que hay 402 enfermos de COVID-19 hospitalizados, 75 en unidades de cuidado intensivo (UCI) y 327 en salas, y que en aislamiento domiciliario se encuentran 4.331 personas, de ellos 590 en hoteles-hospital.

Se reportaron un total de 71.139 pruebas de detección de contagio realizadas hasta la fecha, de la que el 77 % salieron negativas y el 23 % positivas.

La mayoría de los fallecidos siguen siendo personas que tienen más de 60 años de edad (255).

Panamá, el primer país de América Central en ensayar con el uso de plasma convaleciente terapéutico para personas hospitalizadas por COVID-17, anunció que este jueves "se iniciará la evaluación de los pacientes con la enfermedad moderada y severa, para que reciban este tratamiento".

"Además, en este proceso de la nueva normalidad el Ministerio de Salud refuerza su estrategia de seguimiento a los pacientes COVID-19 a través del refuerzo del uso de la aplicación Protégete con Salud, en los corregimientos más afectados", dijo el reporte oficial.

El Minsa reiteró a la población y al transporte público cumplir con las medidas de prevención como evitar aglomeraciones en las filas para subir a los autobuses, y mantener el distanciamiento físico tras establecer este martes el uso obligatorio de mascarilla en todo el país.

Largas colas y desesperación en Perú por comprar oxígeno a un precio exorbitante
Con 179.000 casos acumulados de COVID-19, Perú ha entrado en una nueva fase de pandemia: la desesperada carrera por buscar oxígeno, elemento esencial para los enfermos graves que lleva a los peruanos a hacer colas de cientos de personas durante la madrugada y a pagar hasta diez veces su precio normal.

Cilindros de 10 metros cúbicos a 6.000 soles (1.779 dólares) y recargas por 50 soles (15 dólares) el metro cúbico son los precios exorbitantes que el oxígeno alcanzó esta semana en Perú ante la masiva demanda de miles de personas dispuestas a salvar la vida a su ser querido o paliar su sufrimiento aunque sea por escasas horas.

"Los precios son muy elevados, pero la necesidad apremia y muchas empresas se aprovechan", reconoció a Efe Erick Vilca, quien desde las 4:30 de la madrugada hace cola junto a unas 100 personas más en uno de los pocos locales que mantiene un "precio justo" por el oxígeno: 15 soles (unos 5 dólares) por metro cúbico.

Aquí Vilca confía en recargar los tres cilindros que trae por unos 270 soles (unos 80 dólares), pues el expendedor solo tiene presión suficiente para llenar el 60 % del tanque, lo que calcula que le durará entre 10 y 15 horas cada uno.

Hasta que encontró este lugar estaba pagando hasta 500 soles (unos 147 dólares) por rellenar cada cilindro. "En total eran 1.500 soles (442 dólares) diarios solo en oxígeno, sin contar los medicamentos y la atención médica", añadió el muchacho, que ya pagó 2.000 soles (590 dólares) para alquilar uno de los cilindros.

A ese mismo establecimiento ubicado en el Callao, la ciudad portuaria colindante con Lima, han llegado todos con sus cilindros a cuestas desde distintos puntos de la capital peruana, donde el salario mínimo mensual es de 930 soles (274 dólares).

Los tanques son de tamaños variados, pero todos llevan un número por orden de llegada a la cola y también tienen el nombre y los apellidos de la persona que recibirá ese oxígeno.

La mayoría de ellas se encuentra en casa, recibiendo tratamiento por parte de sus propias familias, ya que en muchos casos desconfían en acudir a alguno de los desbordados hospitales.

Aunque en los nosocomios está de momento garantizado el abastecimiento, la limitada capacidad lleva a que muchos pacientes estén en sillas de ruedas en "zonas COVID-19" instaladas a la intemperie en los estacionamientos de los hospitales.

Ese fue el caso de la madre de Vilca, de 57 años, que sufre de obesidad, diabetes e hipertensión.

"Estuve metido con mi madre en la zona COVID-19, y es muy duro y fuerte lo que se vive ahí. Es una situación muy crítica por la falta de apoyo, de personal y de medicamentos. Los médicos no tienen recursos y en los otros hospitales es igual", afirmó.

En una tesitura muy similar está Marco Espinosa, quien tuvo que sacar un préstamo de 1.000 soles (unos 295 dólares) para comprar un cilindro de oxígeno pequeño cuyo precio normal es de 100 soles (unos 29,5 dólares), después de tres días de intensa búsqueda. Lo hizo por su padre, de 79 años.

"Tuve que llevarlo a un doctor particular para que lo diagnostiquen y me dijo de internarlo, pero si lo internan, hay que esperar a la suerte y a lo mejor no lo vuelves a ver más. Prefiero tratarlo en casa aunque haya que hacer estos gastos", admitió Espinosa.

Como el padre de Espinosa y la madre de Vilca, hay más de 90.000 personas tratándose el COVID-19 en sus casas.

Solo unos 10.000 enfermos están hospitalizados, y casi mil conectados a un respirador artificial en unidades de cuidados intensivos (UCI).

Dentro del local que provee el anhelado oxígeno hay tres operarios que van de un lado a otro sin cesar, moviendo cilindros, abriendo y cerrando manillas y cobrando a través de la reja.

Llevan así desde las 8 de la mañana y continuarán hasta las 5 de la tarde "o hasta atender a todas las personas", aventuró a Efe Luisber Zalo, uno de los trabajadores.

Solo el martes recargaron más de cien cilindros "pero hoy son el triple de personas", apuntó el operario mientras se afana a sacar uno de los pesados cilindros. Recargar cada uno les toma unos 15 minutos.

"Este señor no solo da oxígeno a nuestros parientes. También se lo da a nuestros bolsillos", dijo Vilca, que se va con sus cilindros medio llenos pero anticipa que hará guardia toda la noche para saber si el establecimiento abre mañana a primera hora.

"Necesitamos abastecernos para el fin de semana, no podemos dejar a nuestros familiares morir en casa. Solo por la falta de oxígeno mueren muchos", remarcó.

También volverá puntual Óscar Chamorro, que cada día necesita llenar dos cilindros de 10 metros cúbicos para su cuñado. Otro de 4 metros cúbicos lo compró a 2.700 soles (796 dólares). "Tuve que pagarlo de emergencia para salvarle la vida", declaró a Efe.

Esta carrera por buscar un aliento de oxígeno llegó a Lima, después de que el mes pasado estas escenas ya se dieran en Iquitos, la capital de la región amazónica de Loreto, la más extensa del país, donde pronto sus precarios hospitales se vieron desbordados y desabastecidos de oxígeno.

Para que no ocurra en más regiones, el Gobierno está autorizando la reconversión de distintas empresas para que produzcan oxígeno medicinal, pues la demanda ha aumentado un 40 % durante la emergencia, según reveló su primer ministro, Vicente Zeballos.

Sin embargo, para evitar el acaparamiento y la especulación de precios con el oxígeno, el Colegio de Médicos del Perú (CMP) recomendó al Ejecutivo fijar precios máximos y hacer que las plantas de producción trabajen a tres turnos las 24 horas.

En esta tesitura afronta Perú el momento más crítico de la emergencia, consolidado como el segundo país de Latinoamérica más afectado por el COVID-19 y el décimo del mundo, tras doblar esta semana el número de contagiados de China.

La ciudad de Quito inicia su reapertura tras 77 días de aislamiento por el COVID-19
Quito comenzó oficialmente este miércoles el proceso de desescalada de las restricciones impuestas por el COVID-19, tras 77 días de aislamiento que no impidieron 305 decesos y 3.842 contagiados oficiales provocados por el virus.

Aunque en las últimas semanas las calles de la capital ecuatoriana presentaban el aspecto de una vuelta oficiosa a la rutina, lo cierto es que la nueva normalidad de este miércoles ha sido manifiesta con la apertura de comercios y la reanudación del transporte urbano después de más de dos meses y medio.

"Ecuador, en general, se está reactivando de a poco, porque hoy es el primer día que abrimos con atención al cliente", refirió a Efe Silvana Maza, dependienta de una franquicia de productos de calzado y accesorios en una tienda ubicada en el norte de Quito.

Junto a un compañero que se afanaba en limpiar y desinfectar el escaparate del establecimiento y volver a colocar los zapatos y bolsos, Maza explicó que la empresa ha organizado al personal en equipos para implementar todas las medidas de bioseguridad indispensables para poder abrir al público, como fumigación y la adquisición de mascarillas, visores y gel antibacterial.

En su primer día de trabajo después de la declaración de emergencia sanitaria el 16 de marzo, la dependienta cree que hay buenas perspectivas de venta de calzado, indispensable sobre todo para los más pequeños, después de que la firma se lanzara al comercio electrónico hace un mes logrando mucha acogida.

El nuevo aforo permitido en la zapatería limita la presencia en la tienda de cinco clientes dentro y otros tantos fuera, aseguró la vendedora con el rostro cubierto por una mascarilla azul.

También abrieron este miércoles sus puertas muchas peluquerías, centros de estética, fotocopiadoras, lavanderías, tiendas de ropa y abundaban los vendedores ambulantes que en algunos tramos de las vías aledañas a centros comerciales buscaban al cliente ávido de mascarillas, protectores de visera plástica o guantes de látex a dólar y medio.

El Transporte Municipal volvió a operar desde las 05:00 hasta las 21:00 hora local, cuando entra en vigor el nuevo toque de queda dispuesto por el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) nacional.

Tanto conductores, como pasajeros están obligados a respetar la distancia y llevar mascarillas para poder viajar en transporte público.

Al ingreso de los pasajeros a las terminales, así como en estaciones emblemáticas, funcionarios municipales les toman la temperatura y en el suelo se han pintados círculos amarillos para indicar dónde deben aguardar su turno antes de subir a los vehículos.

El subgerente general de la Empresa de Pasajeros del Municipio de Quito, Juan Carlos Nájera, manifestó que se han puesto en marcha el corredores oriental y el trolebús.

"Hemos activado toda nuestra flota, tanto de articulados como de buses alimentadores con todas las medidas de bioseguridad para nuestros trabajadores", subrayó.

En total, 160 vehículos articulados, con capacidad para 160 pasajeros, podrán transportar entre 60 y 65, mientras que los no articulados, con espacio para 250, no permitirán más de 85, precisó.

En las paradas la actividad era supervisada por uniformados del Ejército, de la Policía Nacional y agentes de Control y Tránsito del Distrito Metropolitano de Quito.

Nájera cree que "la cultura nos ha cambiado" con la nueva normalidad, pero reconoce que en sectores del sur la situación es más conflictiva y que "si no respetamos, vamos a tener contagios".

Con una población de tres millones de habitantes, Quito tiene una extensión aproximada de 50 kilómetros en sentido sur-norte y 8 de ancho de este a oeste, y un casco histórico que divide una parte monumental y con un trazado urbano más regular hacia el norte, de una urbanización más caótica en el sur.

El transporte urbano es hasta que comience a operar el metro que se encuentra en construcción, la forma más popular de movilizarse.

En el Centro de Salud público de Guamaní, en el sur de la ciudad, usuarios y personal de salud se adaptaban este miércoles a las nuevas medidas tras la cuarentena, al igual que en otros 1.940 a escala nacional, que se han visto reforzados para poder atender consultas externas.

Asimismo, operarios municipales cortaban el césped de parques y parterres en toda la ciudad, que en algunos sitios llegaba a más de medio metro.

Se sumaban así a obreros de la construcción, que llevan semanas en un proyecto piloto de reactivación, y a repartidores de aplicaciones móviles, en su mayoría venezolanos, para quienes no ha habido un día de descanso durante la pandemia.