Un laboratorio chino desarrolla un tratamiento contra el coronavirus basado en 14 anticuerpos extraídos a pacientes curados

El medicamento ya tuvo éxito en ratones y podría estar listo antes que una vacuna.

Promete un mayor alcance que la terapia con plasma porque los anticuerpos pueden reproducirse rápidamente a gran escala

Investigadores chinos afirman que desarrollaron un tratamiento capaz de detener la pandemia de covid-19, ya que permitiría no sólo acelerar la curación de los enfermos, sino también inmunizar temporalmente contra el coronavirus.

Mientras un centenar de laboratorios mundiales compiten por producir una vacuna contra el nuevo coronavirus, la prestigiosa Universidad de Beijing puso en fase de prueba a un medicamento que ofrece una ruta alternativa.

En entrevista con la AFP, Sunney Xie, director del Centro de Innovación Avanzada en Genómica de la universidad, explicó que el tratamiento ya tuvo éxito en ratones. Su laboratorio extrajo anticuerpos de 60 pacientes curados de la enfermedad y los inyectó en roedores.

“Después de cinco días, su carga viral se había dividido por 2.500. Eso significa que este medicamento potencial tiene un efecto terapéutico”, aseguró.

Un estudio sobre esta investigación, publicado el domingo en la revista especializada Cell, consideró que es “un remedio” potencial contra la enfermedad y señaló que permite acelerar la curación.

"Somos expertos en la secuenciación de célula única, no inmunólogos ni virólogos. Cuando constatamos que nuestro enfoque permitía encontrar un anticuerpo que neutraliza (el virus), nos llenamos de alegría", comentó el profesor Xie.

Según él, el tratamiento podría estar disponible antes de fin de año, a tiempo en caso de una nueva ola de contagios en el invierno boreal de la COVID-19 que, surgida en China a fines del año pasado, ya ha infectado a 4,5 millones de personas en el mundo, de los cuales más de 316.000 han muerto.

“La preparación de las pruebas clínicas está en curso”, agregó el investigador, pero China enfrenta un singular desafío. Como en la actualidad no hay suficientes pacientes enfermos confirmados, se recurre a laboratorios de Australia y otros países con una curva más alta de contagios.

"Lo que esperamos es que estos anticuerpos se conviertan en un medicamento especial para detener la pandemia", declaró.

Según el profesor Xie, el tratamiento desarrollado en Pekín podría ofrecer una inmunidad momentánea frente al virus. El estudio revela que si se inyecta anticuerpos a un ratón antes de administrarle el virus, queda a salvo de la infección. Esto permitiría proteger al personal sanitario durante unas semanas, quizás algunos meses, espera el especialista chino.

“Podríamos parar la pandemia con tratamiento que funciona, incluso sin vacuna”, confió.

Tratamiento con plasma donado por pacientes recuperados en Reino Unido (Reuters)
Tratamiento con plasma donado por pacientes recuperados en Reino Unido (Reuters)
La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que aunque más de un centenar de laboratorios mundiales se lanzaron en la búsqueda de una vacuna, ésta podría no estar disponible hasta dentro de 12 a 18 meses.

Un tratamiento a base de anticuerpos podría entonces ser más rápido de difundir en la población.

En China, más de 700 pacientes ya recibieron plasma (un componente de la sangre) de enfermos curados, una técnica que ha producido “muy buenos efectos”, según las autoridades sanitarias.

Pero la cantidad de plasma disponible “es limitada”, apuntó Xie. En cambio, aseguró que los 14 anticuerpos utilizados en su investigación podrían reproducirse rápidamente a gran escala.

Este enfoque ya fue aplicado con éxito para combatir otros virus, como el VIH, el Ébola y el Síndrome Respiratorio del Oriente Medio (Mers).

Un tratamiento contra el Ébola, el remdesivir, ha dado buenos resultados en Estados Unidos contra la COVID-19, acelerando la curación de los enfermos, pero sin reducir significativamente la tasa de mortalidad.