Para todo padre no hay nada más importe que la seguridad de sus hijos. El saber que ya nuestros hijos crecieron y se van convirtiendo en hombres y mujeres parte de la sociedad. Estarán enfrentado a una realidad que muchos nos quisieramos que nuestros hijos vivieran, pero que es parte del proceso de la vida.

Por eso el rezar u orar por tus hijos es una de las cosas más importante para los padres, ya que los encomiendan a Dios para su protección, por ello, compartiremos contigo una oración ideal para la protección de tus hijos

REZAR POR TUS HIJOS: ESTA ORACIÓN AYUDARÁ A CALMAR TUS PREOCUPACIONES

Padre mío
Me has dado un hijo/a
Tu que me has concebido la bendición más grande
Al ser Madre,
Te pido con todo mi corazón,
Lo ayudes a ser una persona de bien.
No permitas que nada lo detenga cuando
Quiera hacer un bien a alguien,
Dale la bendición de ser noble,
De corazón bueno, que ayude al prójimo
Como asimismo pero también dale la fortaleza
De no cegarse ante la necesidad de la gente.

Guíalo con tu luz, permítele a su mente y corazón
Mantenerse iluminados para que se mantenga
Siempre en el buen camino.
Se su principal refugio ante las adversidades
Y pruebas de la vida.

Que tenga el valor para tomar el
Control de su mente y sentimientos,
Dale fortaleza para que no sea dominado
Por la ira, la frustración, desesperación
Ni la ansiedad, dale la sabiduría suficiente
Para asumir sus errores y enmendarlos.

Padre, líbralo de todo mal que existe en el mundo
De los malintencionados, de quienes quieran
Desestabilizarlo, de malas influencias,
Del cualquier enemigo que lo aceche,
Pero sobre todas las cosas Padre,
Líbralo de los vicios que lo dañen
Y le quiten su paz.

Ayúdalo a que se guie por su corazón,
Que no lo gobiernen ni la avaricia, lujuria,
Ira, odio, pereza, traición ni ningún pecado
Que domine su ser, para que no le impida
Ver el verdadero camino que tú lo has enviado
A seguir.

Concédeme Padre Santo
La dicha de verlo triunfar
En todos los aspectos de su vida,
No me queda más que pedirte que
Sea una persona de bien y no se olvide
Nunca de donde proviene ni a donde se
Dirige, pero sobre todas las cosas que sepa
Bien a donde NO debe regresar jamás.

¡Bendícelo Señor!
Amen.