Miles de banderas de Puerto Rico pintaron este domingo de rojo, azul y blanco la Quinta Avenida de Nueva York, donde retumbaron los ritmos de bomba y plena autóctonos de esa isla, en la celebración del tradicional desfile de esta comunidad, que tuvo como mariscal a Ricky Martin.

Como cada año puertorriqueños de todas partes de EE.UU. y otros que viajan desde la isla se encontraron en Nueva York desde temprano en la mañana para celebrar su presencia, cultura, logros y aportes a este país, en un día en que contaron con un buen clima.

Aunque hubo menos asistencia que en ocasiones anteriores, su alegría y su conocido grito de "yo soy boricua pa' que tú lo sepas" se sintió a lo largo de la ruta del desfile.

La aparición de Ricky Martin en la carroza del municipio de Loíza Aldea, al que dedicaron el festival en el 300 aniversario de su fundación, provocó la locura total del público y de medios de comunicación, mientras la estrella latina saludaba y bailaba al ritmo del grupo de bomba que le acompañó.

"Ricky, Ricky", gritaban sus fanáticos en un intento por llamar su atención mientras tomaban fotos y videos del puertorriqueño, lo que también hicieron varios policías que prestaron este domingo estrecha vigilancia al evento.

Martin, que vistió bluyines y una camiseta negra de manga corta con la bandera de su país y que también estuvo acompañado por su esposo, Jwan Yosef, no dejó de sonreír, de saludar y de moverse con el sonido de los tambores de Loíza, pueblo de la costa muy rico en costumbres y tradiciones y al que el artista ayudó tras el paso del huracán María.

"Estoy aquí celebrando nuestra cultura, nuestra música, nuestra comida, lo que somos, nuestra diversidad, lo que hay que hacer siempre", dijo a la prensa desde la carroza y en medio de la algarabía de su comunidad.

Martin aseguró que "Puerto Rico nunca se ha caído, vamos pa'rriba", en referencia a los dos huracanes que azotaron la isla en septiembre del 2017.

La carroza estuvo presidida por grupos de baile de bomba y plena, ritmos autóctonos puertorriqueños, que hoy retumbaron con fuerza en la Quinta Avenida, así como por los vejigantes, personajes del folclor de la isla, con su vestimenta de brillantes colores y sus máscaras de cuernos.

Tras el corte de la cinta que da paso al inicio del esperado evento, bajo el lema "Un pueblo, muchas voces", comenzaron a marchar puertorriqueños en las diversas agencias del gobierno entre los vítores de sus compatriotas, que este año no contaron con el alcalde de la ciudad, Bill de Blasio, pese a ser una cita a la que no faltan los políticos, encabezados por el gobernador Andrew Cuomo.

De Blasio estaba este domingo en campaña política en Iowa luego de haberse sumado el pasado mes a la lista de demócratas que buscan la nominación de su partido a la presidencia de Estados Unidos para las elecciones generales del próximo año.

Mientras, Cuomo fue recibido entre vítores y aplausos por los que observaban el desfile desde las vallas de seguridad, a los que aprovechó para estrechar sus manos a lo largo de la ruta.

"Cuomo te quiero" y "Cuomo, Cuomo" gritaban los puertorriqueños, que no olvidan la ayuda que ofreció a la isla desde el primer momento tras el paso de María.

Otra que estrechó manos de un lado y otro de la Quinta Avenida y cuya presencia provocó gran algarabía fue la joven congresista Alexandria Ocasio Cortez, quien no quiso dar declaraciones a la prensa.

Este año el festival reconoció a la Fundación Ricky Martin por su esfuerzo combatiendo la trata humana, así como al cantautor José Feliciano, el primer latino en hacer un exitoso "crossover" al mercado anglo y que ha permanecido por décadas en la preferencia del público.

También al historiador y profesor Félix Matos Rodríguez, el primer latino en presidir la Universidad pública de la ciudad de Nueva York (CUNY) y al famoso exjugador de golf Chic Rodríguez, entre otras figuras de la música, el deporte, o la educación