Quiero compartir con nuestros amables lectores, este mensaje de reflexión, cuyo exclusivo y sano propósito es que quien pueda sentirse afectado, el mismo le sirva para mejorar en cualquier aspecto de su vida.

Y lo escribo de una manera indirecta y con una dirección generalizada en el Mundo, por lo que, de sentirse entre los incluidos, el consejo es que lo tome por el lado positivo.

Nunca deje a nadie de su entorno, si se trata de alguien que por muchos años le ha ayudado a construir un futuro promosorio y ha sido un soporte emocional, espiritual y económico.

No deje camino real por vereda, porque el desvío puede ser fatal, y luego no tener retorno.

Si alguien trata de desviarte del camino del bien, calcomiéndote el cerebro con ideas mezquinas y malsanas, no lo permita. Alejate de inmediato.

Hay que valorar en su justa dimensión a quienes nos han tratado bien, y si por alguna razón, pensamos en alejarnos, el maltrato ni el irrespeto deben ser el norte en una decisión. Y antes de tomar una definitiva existen mecanismos donde recurrir en busca de ayuda.

El camino de DIOS nunca sobrará.

Recurrir a los servicios profesionales de un sicológo puede ser también de una gran ayuda. Por más grave que pueda ver el problema no te quede sin buscar ayuda.

Finalmente, espero que estas reflexiones, escrita solo con el buen deseo de ayudarte, -si es tu caso-, puedan ser de gran utilidad en tu vida, y al que le sirva el saco que se lo ponga.