La historiadora Luisa Navarro distribuyó el pasado lunes una carta que  Juan Bosch había escrito en La Habana el 14 de junio de 1943, hace justamente 70 años. 

La misiva estaba dirigida a tres destacados historiadores dominicanos que lo visitaron y conversaron con él sobre diversos temas, entre ellos, el caso haitiano. Se trata de Emilio Rodríguez Demorizi, Héctor Incháustegui y Ramón Marrero Aristy.

La carta, bastante extensa, sigue siendo un auténtico retrato del drama humano vivido por el pueblo haitiano, desde su formación hasta el presente. Al parecer, Bosch no quedó satisfecho con la conversación y decidió ampliar su visión sobre un tema que ahora tiene tantas aristas para ser analizado.

Vamos a reproducir algunos párrafos de la carta de Bosch. Veamos:

"La dictadura (de Trujillo, fcs) ha llegado a conformar una base ideológica que ya parece natural en el aire dominicano y que costará enormemente vencer; si es que puede vencerse alguna vez".

"Los he oído a Uds. expresarse, especialmente a Emilio y Marrero, casi con odio hacia los haitianos, y me he preguntado cómo es posible amar al propio pueblo y despreciar al ajeno; cómo es posible querer a los hijos de uno al tiempo que se odia a los hijos del vecino, así, sólo porque son hijos de otros.


 Creo que Uds. no han meditado sobre el derecho de un ser humano, sea haitiano o chino, a vivir con aquel mínimo de bienestar indispensable para que la vida no sea una carga insoportable; que Uds. consideran a los haitianos punto menos que animales, porque a los cerdos, a las vacas, a los perros no les negarían Uds. el derecho de vivir...

"Y si los más puros y los mejores entre aquéllos que por ser intelectuales, personas que han aprendido a distinguir la verdad en el fango de la mentira se dejan embaucar y acaban enamorándose de esa mentira, acabaremos olvidando que el deber de los más altos por más cultos no es ponerse al servicio consciente o inconsciente de una minoría explotadora, rapaz y sin escrúpulos, sino al servicio del hombre del pueblo, sea haitiano, boliviano o dominicano.

"Nuestro deber como dominicanos que formamos parte de la humanidad es defender al pueblo haitiano de sus explotadores, con igual ardor que al pueblo dominicano de los suyos. No hay que confundir a Trujillo con la República Dominicana ni a Lescot con Haití. Uds. mismos lo afirman, cuando dicen que Lescot subió al poder ayudado por Trujillo y ahora lo combate. También Trujillo llevó al poder a Lescot y ahora lo ataca.

"Cuando de aquél y de este lado de la frontera, los hombres tengan casa, libros, medicinas, ropa, alimentos en abundancia; cuando seamos todos, haitianos y dominicanos, ricos y cultos y sanos, no habrá pugnas entre los hijos de Duarte y de Toussaint, porque ni éstos irán a buscar, acosados por el hambre, tierras dominicanas en qué cosechar un mísero plátano necesario a su sustento, ni aquéllos tendrán que volver los ojos a un país de origen, idioma y cultura diferentes, a menos que lo hagan con ánimo de aumentar sus conocimientos de la tierra y los hombres que la viven".

Bosch escribió su carta hace 70 años, pero sigue siendo muy oportuna y debe ser ampliamente difundida. Debo confesar que NO la conocía, hasta que Luisa Navarro la distribuyó el pasado lunes entre los profesores de la UASD.