La presunta víctima del Estado Dominicano, el testigo estrella ante la Comisión de los derechos humanos de la Corte Interamericana, William Medina Ferreras, comienza a declarar, el martes 8 de octubre,  ante la audiencia de la Corte, en  los emplazamientos de gran solera de la ciudadela de la Biblioteca José de Vasconcelos.

         La audiencia solemne la preside el  honorable juez Diego García Sayán, le acompañan los dignísimos magistrados  Manuel Ventura-Robles, Eduardo Ferrer MacGregor, Humberto Sierra Porto, Roberto Caldas,  Eduardo Vio Grossi, Alberto Pérez Pérez. 

Todos jueces de gran solvencia y de gran respetabilidad. Ante esa augusta representación de la Justicia, el señor William Medina Ferreras juró decir la verdad, y nada mas que la verdad. Fue la única víctima invitada a declarar por la Corte. En un velorio, el  muerto es centro de la ceremonia. En este juicio, todas las miradas se hallaban centradas en este hombre que ha sufrido un agravio tan grande que ha sentado a la Republica Dominicana en el banquillo de los acusados. 

Sus veinte minutos de fama mundial no se los despinta nadie. Tras el torrente de fotos, de  imágenes, de primeros planos de la prensa mexicana y  de gente que lo saludaba casi como a un héroe, nadie podrá quitarle lo bailado.