Tal que ayer explicamos aquí, el drama por el que atraviesa el Gobierno dominicano con una nómina ineficiente pero elefantiásica, donde sobra la mitad de los que allí cobran, lo que no necesariamente quiere decir que asistan a trabajar o sepan hacerlo.

Hablo de una nómina como un welfare, que el Gobierno no puede reducir de golpe y porrazo por un asunto de paz social, gobernabilidad y mucha/mucha ración de boa.

Si no es posible aumentar los salarios a los servidores públicos sin poner en peligro la estabilidad macroeconómica del país, (que tiene que ver ya no con 440 mil ciudadanos que cobran en la nómina pública, sino con 10 millones de dominicanos), entonces el Gobierno debe apurar el paso en mejorar los servicios sociales, que eso sí puede controlarlo e imponer su ritmo sin que peligre la marcha de la economía, la paz social y el buen ambiente de negocios que atrae inversiones.

Con menos de la mitad del porcentaje de aumento que los gremios de servidores le exigen al Estado, a este le sobraría el dinero para, por ejemplo, equipar debidamente la OMSA, (convertida en ONSA por lo de Nacional) adquiriendo las guaguas necesarias para ofrecer servicio de trasporte en el gran Santo Domingo y Santiago, y crear rutas de transporte interurbano desde Santo Domingo hacia San Juan, Pedernales,  Montecristi, Puerto Plata y Altagracia.

Hablo de preñar de estancias infantiles la patria entera, abiertas de 6:00 a.m. a 6:00 p.m., con maestras, enfermeras y psicólogos... Establecer los Servicios de Atención Primaria en cada barrio pobre del país. Y, claro,  estar dispuesto, con la ley en una mano y las Fuerzas Armadas en la otra, a enfrentar a los sectores que han vivido de la ineficiencia del Estado y de chantajearle, exigiendo subsidios y vagabundería, a cambio de no quemar el país literal o mediáticamente, que no hablo sólo de los grupos empresariales del transporte.

El Gobierno no podrá "hacer lo que nunca se ha hecho", si no está dispuesto a enfrentar como nunca a  los que siempre lo han impedido... y pasan los años, los Gobiernos, anticipos de un desencuentro, ay, presagios de un desengaño, que estamos tocando el fondo, mire usted.

¡Transporte público subsidiado, estancias infantiles, médicos familiares, y la Jiménez en Banca Solidaria prestando dinero sin garantía a todo el que demuestre co...raje para echar hacia adelante su proyecto emprendedor. "Así se compone un son" y se construye una patria, el  país que alguna vez pudimos ser ¿seremos?

Gobernar es guiar, escuchar y sobre todo decidir, tomar un camino y recorrerlo. ¡Y si quiere que entre el mar!

Cuando se habla de justicia social,  de que sonría feliz un niño al entrar a una estancia infantil de la mano de su madre, un Gobierno debe olvidarse de las próximas elecciones y pensar en las presentes y futuras generaciones, quiero decir, la patria, joder, la patria... y actuar.

Aspirar siempre al consenso -(siempre con una "ración de boa" en la mano)- es incitar a la vorágine y al caos a un pueblo indefenso supuestamente vencido en su fe, "porque van muchos años, mucha sangre mezclada con sudores y atropellos, mucha mutilación y mucha infamia", ay, don Pedro Mir, poeta de la patria, que ya son más dos siglos de latrocinio impune, traición celebrada, doblez, descaro, desmemoria y miedo. ¿Comprende, comprende?