En sus visitas por el Mundo el papa Francisco ha dejado mensajes para reflexionar, fijando posiciones claras y precisas sobre temas nodales, que se negaban a tocar sus antecesores.
El papa ha marcado la gran diferencia, y es por eso que genera grandes expectativas entre habitantes de los países donde visita, incluso de simpatizantes de religiones contrarias, a la que profesa el Sumo Pontífice.
Y eso quedó demostrado con la inmensa alegría con la que fue recibido por cientos de personas en Cuba, y lo igualmente sucedido en Nueva York y Filadelfia, en Estados Unidos.
En Nueva York, la amplia agenda de Francisco incluyó un gran recibimiento en la Organización de las Naciones Unidas, donde produjo un discurso conmovedor, y que dejó atónito a muchos de los presentes, como fue el caso notorio de John Boehner.
El congresista católico de Ohio, conocido por su dureza, se sintió profundamente tocado por la intervención del papa Francisco ante el Capitolio, hasta el punto de que no pudo contener el llanto, y tuvo que secarse las lágrimas con un pañuelo.
Se trata de la primera ocasión en la historia, que un organismo tan importante y con dimensiones internacionales como la ONU, recibe a un papa, tocándole a Francisco ese gran privilegio, por su bien ganado Don de bien en favor del mundo.
En Filadelfia, el humanitario papa, dentro de su rosario de actividades, abarcó una visita a cerca de 3 mil reclusos del Instituto Correccional Curran-Fromhold, a quienes llevó algunas palabras de alientos, en el gimnasio de ese penal.
El papa también fijó una posición contundente contra la decisión de la Suprema Corte de los Estados Unidos de legalizar el matrominio entre personas de un mismo sexo, cuando dijo que ha sido un "error trágico". Se reunió con víctimas de abuso sexual y prometió hacer rendir cuentas a los responsables por el escándalo dentro de la Iglesia Católica.
Francisco despidió su visita a EE.UU. con un abrazo de ternura a las familias.
El Sumo Pontífice desde ya tiene reservado un bien lugar en la historia, por sus acciones de bien en favor de la humanidad, y solo resta esperar que sus mensajes sean acogidos y al mismo tiempo puestos en prácticas, por gobernantes en cada parte donde lo ha predicado, con el interés de lograr un Mundo cada vez menos excluyentes, como lo hizo saber en un mensaje a los gobiernos de todo el hemisferio, a quienes le pidió que redistribuyan la riqueza en favor de los más pobres, con un espíritu de generosidad, a fin de neutralizar la "economía de exclusión" prevaleciente.
