LA PAZ, Bolivia (AP) -- Bolivia duplicó su exportación de cuero de lagarto el año pasado con un récord de cuatro millones de dólares y entre los beneficiados están las comunidades indígenas de la amazonia dedicadas a la caza y comercio del reptil, según informes oficiales.

Un total de 26.690 kilos de cuero curtido de lagarto (caimán-yacaré) se exportó en 2012, poco más del doble que en 2010 cuando el valor exportado sumó 1,6 millones de dólares por 12.526 kilos, según un informe del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE) enviado a la AP.

En los primeros cuatro meses de este año, la exportación sumó 2,2 millones de dólares y podría batir un nuevo récord. Italia es el principal destino de las pieles curtidas que se emplean en la fabricación de carteras y zapatos sobre todo. Le siguen España, Estados Unidos, México y Alemania.

Comunidades indígenas de la amazonia boliviana participan en la cadena productiva como cazadores y recolectores desde que el Estado aprobó el aprovechamiento comercial de la especie bajo un estricto plan de manejo sostenible del lagarto, informó a la AP, Ninón Ríos, responsable del Programa Lagarto del Ministerio de Medio Ambiente y Agua.

En 1990 el Estado impuso una veda indefinida de toda especie silvestre ante la caza indiscriminada y el comercio ilegal. Desde 2002, los indígenas "pasan a tomar mayor protagonismo" en la caza regulada del reptil tras constatarse una importante recuperación de la población de lagartos que antes de ese año estaba en la lista de especies en peligro, dijo Ríos.

Los planes de manejo que el gobierno aprueba y supervisa bajaron el tráfico ilegal. "Las comunidades indígenas se ha apropiado del recurso, lo cuidan, valoran y denuncian a los cazadores ilegales", dijo la experta. Pero también participan de comunidades campesinas cercanas a los ríos y en pequeña cantidad haciendas ganaderas privadas que tienen lagunas naturales.

Pero el tráfico ilegal no ha desparecido. En abril la policía decomisó 5.000 crías de lagarto y 500 cueros que fueron cazados ilegalmente del Pantanal a más de 1.100 kilómetros al este de La Paz. Las investigaciones todavía no identificaron a los responsables de ese tráfico. Tampoco hay cifras sobre cuánto mueve el tráfico ilegal de animales silvestres.

La caza de lagartos se realiza en ríos de Beni y norte de La Paz, afluentes del río Amazonas y en el Pantanal una inmensa llanura pantanosa casi del tamaño del Reino Unido y que comparten Bolivia, Brasil y Paraguay.

Con el apoyo de expertos, las etnias y comunidades campesinas elaboran planes bianuales de manejo indicando los lugares de caza y cantidades siguiendo criterios de conservación que el gobierno aprueba.

Sólo es permitido cazar lagartos adultos de una longitud mayor a 1,80 metros y un 25% de la población. El cupo anual no excede de 40.000 animales, dijo Ríos.

Con más de un millón de kilómetros de superficie, Bolivia tiene un 3,5% de los bosques del mundo donde habitan entre el 35 y 45% de toda la diversidad biológica mundial.

Datos del gobierno indican que cada año el país pierde 270.000 hectáreas de áreas boscosas a causa de la tala indiscriminada de árboles y quemas para ampliar la frontera agrícola.