Con su sempiterna y cansona división, con esta grave crisis de egos enfrentados, el PRD -además de alejarse de sus bases populares- va soltando en banda a cierta sociedad civil que siempre le acompañó en un affaire romántico, discreto pero apasionado.

Esos amoríos fueron herencia de la capacidad seductora del Dr. Peña Gómez, que sí supo entender las políticas de centro, imprescindibles en un mundo político donde ya no hay ideologías y Dios está de vacaciones. (Eso del centro, es lo que explica que en el proyecto PLD 1995 (no 1996) –que encabezaban Temístocles Montás, Danilo Medina y el entonces brillante joven Leonel Fernández- hubiese espacio para Vincho y Max Puig, para Carlos Morales y Miguelón Mejía, el de Chávez. Todos juntos y al mismo tiempo.

Gracias a las buenas formas del Dr. Peña Gómez, durante años el PRD estuvo siempre cerca de la sociedad civil, tan cerca, que en ocasiones parecía dirigirla.

¡Qué grande hombre, qué visionario fue Peña Gómez! Pero un descuido de Dios se lo llevó de este mundo antes de tiempo.

Entonces, comenzó en el PRD una cadena de torpezas repetidas que le fueron alejando del poder... y también de esa sociedad civil que tanto le amó, aunque no hubiera un mar, un sol, una bahía, ay, una piel trigueña para iluminar la vida. (Recordemos que los éxitos electorales del PRD en 1998, 2000 y 2002 fueron una herencia de un Peña, que como un Cid moreno siguió ganando batallas después de muerto).

En 2004 vuelve el PLD al poder. Se acelera el proceso de “acumulación originaria empresarial”, legal o ilegalmente. Se paga un precio en popularidad. El ejercicio del poder desgasta al gobierno. Veinte puntos debajo de Hipólito en agosto 2011. Se crean tres Frentes Electorales, se ganan las elecciones, y es aquí donde entra, genial, creativo y certero Danilo Medina, Presidente, o sea, el nuevo gobierno del PLD y sus estrategas.

Mientras una parte del gobierno cuida sus relaciones con el Comité Político y el Comité Central, a quienes evita tocar con un verso; otra parte del gobierno abre las puertas del homenaje y el reconocimiento a esa sociedad civil que en el caso de muchos de sus dirigentes e ideólogos era ya la huérfana de un PRD sin Peña al que le va quedando grande el amor electoral del pueblo dominicano.

Y ahí está esa sociedad civil, “arregladita como para ir de boda”, recibiendo para bienes y cariños, elogios y propuestas de verdadero amor presidencial. 

¡Así se hace la política en el siglo XXI: “Barriendo pa’ dentro!”.

El PRD se olvidó de Peña, se alejó de cierta sociedad civil, jurídica, periodística e intelectual... “Y entonces llegó Fidel”. O más correctamente, “... entonces llegó Danilo” y sin decreto empoderó de primer ministro al ético y austero Gustavo Montalvo, que leal a su presidente comenzó a tocar el mambo presidencial a esa sociedad civil que venía de la derrota ... y lo demás es historia.

¡Así se hace la política, bachilleres!

He ahí una de las tantas razones de esta luna de miel entre los dominicanos y su presidente Danilo Medina.

Por eso, -y por otras razones, off course-, gana el PLD elecciones y el PRD las pierde.

Suicidado el “socialismo real”, enterradas las ideologías, “en política se barre pa’ dentro