AN FRANCISCO (AP) -- Melky Cabrera quiere que todo el mundo sepa lo mucho que lo lamenta. Lo lamenta por hacer trampas, por mentir, por fallarle a los Gigantes de San Francisco y a los fanáticos en la ciudad.

Cabrera regresó al estadio AT&T Park con los Azulejos de Toronto, el martes por la noche, por primera vez desde que recibió una suspensión de 50 partidos el 15 de agosto luego de arrojar positivo en un análisis por uso de testosterona.

"Fue un momento feo para mí y para mi familia", dijo Cabrera, sentado en el banco de los visitantes, antes de realizar prácticas de bateo. "Lo siento por lo que pasó. Lamento lo que pasó. Está en el pasado... Eso fue en el 2012. Ahora es el 2013 y estoy concentrado en jugar béisbol. Pienso que fui castigado fuertemente, pero Dios me dio otra oportunidad. Tuve un castigo de 50 partidos".

Favorito de los fanáticos durante su breve tiempo con San Francisco, Cabrera se encontró con aficionados que le reconocieron el lunes en su día libre y dice que se mostraron amables y amistosos.

Quizás todo el mundo ha dejado atrás el pasado - y ciertamente ayudó que los Gigantes capturaron un segundo título de Serie Mundial en tres años pese a la ausencia de Cabrera. El dominicano estaba bateando .281, con dos jonrones y 21 empujadas para los Azulejos antes del partido del martes.

"Melk no dice mucho, todo lo que hace es sonreír", dijo el manager de los Azulejos John Gibbons. "Estoy seguro de que él está deseoso de que empiece el partido. No sé cuál será la recepción del público. Él es un jugador que está presente y le gusta pasarlo bien, le gusta jugar béisbol y es bueno. Estoy seguro que escucha la recepción que recibe. Pero siempre se comporta igual".