El anuncio -todavía no oficial- de que Amable Aristy Castro se propone optar por la presidencia del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC)  en la asamblea eleccionaria que habra de celebrar dicho partido en los días venideros, para elegir las nuevas autoridades que dirigirán la organización política en los próximos 4 años.

Se trata de una decisión sabia que habrá de imprimirle dinamismo al proceso electoral y renace la esperanza en un partido que ha perdido su esencia, y que marcha a la deriva, sin una brújula que oriente su trayectoria, asido a un convenio que se ha demostrado que ha sido perjudicial a los intereses partidarios, debido a que el PRSC cada vez se aleja mas de la población votante. 

La candidatura de Amable le abre las puertas del PRSC a muchos valores reformistas que han estado postergados, discriminados, excluidos por la simple razón de que no comparten la manera de como se maneja el partido desde la trinchera de la Cancillería. 

Ademas, esa candidatura es la respuesta esperada por los reformistas que interactuan en las redes, a los cuales se les enrostra su incapacidad para articular una plancha que pudiera competir con ellos. Yo siempre mantuve una actitud escéptica, porque aunque notaba que nuestro mensaje calara en los reformistas, no encontraba forma de vencer el predominio de la Cancillería, ante la ausencia de recursos de nuestra parte y el vacío de un candidato en capacidad de competir. 

Amable nos resolvió el problema, porque nos aporto, ademas, el candidato idóneo para el 2016, en la persona de Ito Bisono. Con ese poder, no solo se cambia la correlación de fuerzas a lo interno, sino que también nos provee un poder de fuego inexpugnable, con el cual podremos batallar y vencer.