APUNTE.COM.DO, SANTO DOMINGO.– No todas las amistades nacen del afecto genuino. Algunas se construyen sobre la base de la conveniencia, del beneficio momentáneo y de lo que una persona puede ofrecer en determinado momento. Son las llamadas amistades por utilidad, vínculos que suelen durar mientras existe algún interés de por medio.
El concepto no es nuevo. El filósofo griego Aristóteles describió este tipo de relaciones como aquellas que se mantienen por lo que se obtiene del otro, y no por quien realmente es. Cuando el beneficio desaparece, la relación también se debilita o se rompe por completo.
Especialistas en conducta humana explican que estas amistades suelen manifestarse en entornos laborales, sociales o políticos, donde el acercamiento responde más a la oportunidad que a la afinidad emocional. En estos casos, el apoyo es condicionado y la lealtad, frágil.
La psicóloga social Laura Méndez señala que “no toda amistad por utilidad es negativa, pero el problema surge cuando se confunde con una amistad sincera. Ahí es donde aparecen la decepción y el desencanto”.
A diferencia de estas relaciones, la amistad verdadera se sostiene en el respeto, la confianza y la presencia constante, incluso en momentos de dificultad o cuando no hay nada que ganar.
Reconocer la diferencia, afirman los expertos, es parte del crecimiento personal y ayuda a construir relaciones más sanas y equilibradas.
Comentario
“La vida va enseñando, con el tiempo, quién se queda por cariño y quién solo estuvo mientras fue conveniente. Identificarlo no es desconfianza, es aprendizaje”, comenta Ramiro Estrella, director ejecutivo de Apunte.com.do