APUNTE.COM.DO, SANTO DOMINGO. -Dormir mal ya no es solo un problema individual, sino un fenómeno de alcance mundial con serias consecuencias para la salud pública. Especialistas en medicina del sueño advierten que la falta crónica de descanso está vinculada a un aumento significativo de enfermedades cardiovasculares, diabetes, obesidad y trastornos mentales.

Estudios internacionales revelan que millones de personas duermen menos de seis horas por noche, muy por debajo de lo recomendado. El uso excesivo de pantallas, el estrés laboral y los cambios en los hábitos de vida están alterando los ciclos naturales del sueño, afectando la capacidad del cuerpo para recuperarse y regular funciones vitales.

La Organización Mundial de la Salud ha alertado que la privación del sueño debilita el sistema inmunológico, reduce la concentración y eleva el riesgo de accidentes laborales y de tránsito. En países industrializados, el problema ya genera pérdidas económicas millonarias por baja productividad y ausentismo.

La salud mental también se ve seriamente impactada. Psicólogos señalan que la falta de descanso adecuado agrava la ansiedad, la depresión y los trastornos del estado de ánimo, creando un círculo vicioso difícil de romper.

Expertos insisten en que dormir bien debe ser asumido como una prioridad de salud pública. Establecer rutinas de descanso, reducir el uso de dispositivos electrónicos antes de dormir y promover políticas laborales más humanas son pasos urgentes para enfrentar esta crisis silenciosa que no distingue fronteras.