APUNTE.COM.DO, Santo Domingo.– La República Dominicana vive una crisis silenciosa de salud pública ante el alarmante aumento de las enfermedades cardiovasculares, que se han convertido en la principal causa de muerte en el país, afectando cada vez más a personas jóvenes y en edad productiva.

Especialistas del sistema público y privado advierten que los infartos, derrames cerebrales e hipertensión arterial están creciendo a un ritmo preocupante, impulsados por el sedentarismo, el consumo excesivo de sal, azúcar y grasas, así como por la falta de chequeos médicos preventivos.

Datos preliminares del sector salud indican que más del 35 % de los adultos dominicanos padece hipertensión, y una parte significativa desconoce su condición, lo que incrementa el riesgo de complicaciones graves y muertes repentinas.

En hospitales públicos del Gran Santo Domingo y Santiago, las emergencias por afecciones cardíacas han aumentado de forma notable, saturando las áreas de cuidados intensivos y generando presión constante sobre el sistema sanitario nacional.

El Ministerio de Salud Pública informó que se están reforzando las jornadas de detección temprana y las campañas de concienciación, mientras los expertos llaman a la población a modificar hábitos, reducir el consumo de alcohol y tabaco y acudir a evaluaciones médicas de manera regular.

Comentario de Ramiro Estrella

Para el periodista y director de Apunte.com.do, Ramiro Estrella, esta situación representa una seria advertencia para toda la nación.

“Estamos frente a una realidad que no admite indiferencia. Cada vida perdida por un infarto o un derrame cerebral es una tragedia que podría prevenirse con educación y atención a tiempo. La salud debe ocupar el primer lugar en la agenda nacional. No podemos esperar a que esta crisis cobre más vidas para actuar”, afirmó.

La advertencia es clara: si no se toman medidas firmes desde hoy, las enfermedades del corazón podrían transformarse en una verdadera emergencia nacional silenciosa.