APUNTE.COM.DO, SANTO DOMINGO. -La expresión “a trocha y mocha” describe actuar sin orden, sin método y sin pensar demasiado en las consecuencias. Se trata de improvisar, resolver a la carrera y tomar decisiones “como salgan”, aún cuando el resultado pueda ser incierto o negativo.
En América Latina, este dicho se escucha en conversaciones cotidianas, pero también aparece en análisis serios sobre decisiones políticas y sociales. El lingüista español Francisco Moreno Fernández explica que la frase proviene de faenas rurales, cuando se abría camino cortando monte sin técnica, solo para avanzar.
En el plano internacional, varios analistas han calificado de “a trocha y mocha” medidas adoptadas por gobernantes en momentos de crisis. En 2024, la experta argentina Mariana Carbajal criticó decisiones apresuradas del gobierno de turno en Buenos Aires, calificándolas de “improvisaciones con alto costo social”. Lo mismo señaló el politólogo chileno Héctor Soto, quien advirtió que actuar sin planificación puede profundizar conflictos en lugar de resolverlos.
En el ámbito económico, el consultor dominicano Haivanjoe Ng Cortiñas ha insistido en que las estrategias financieras improvisadas suelen provocar efectos colaterales difíciles de controlar. Mientras que la psicóloga mexicana Claudia Velázquez apunta que, incluso a nivel personal, vivir resolviendo problemas “a trocha y mocha” genera ansiedad, agotamiento y malos resultados.
La Real Academia Española mantiene la definición clásica: hacer las cosas sin orden, sin cuidado, sin método.
Como subraya el periodista y abogado Ramiro Estrella, director ejecutivo de Apunte.com.do:
“Cuando los líderes toman decisiones a trocha y mocha, el pueblo termina pagando la factura. La planificación no es un lujo, es una responsabilidad.”
La frase sigue vigente porque describe un comportamiento humano universal: la improvisación que tantas veces termina cobrando un precio más alto de lo esperado.