APUNTE.COM.DO, Madrid.- El Consejo General de Dentistas ha apelado este lunes a la prudencia y a evitar conjeturas sobre la muerte de una niña de 6 años en Alzira (Valencia) tras someterse a un procedimiento dental, así como el «linchamiento» de los profesionales que intervinieron en él, que estaban debidamente colegiados.
En un comunicado, el Consejo ha querido trasladar su «más sincero pésame y apoyo a la familia en estos momentos de enorme dolor» tras el fallecimiento de la menor tras un procedimiento odontológico en el que recibió sedación endovenosa. Otra niña que también fue sedada en la misma clínica se encuentra ingresada.
La corporación incide en que tanto el dentista responsable del tratamiento como el médico especialista en Antestesiología que llevó a cabo la sedación se encuentran debidamente colegiados, «sin que conste sobre ellos ninguna inhabilitación ni limitación para el ejercicio profesional».
Este tipo de sedación es una herramienta muy útil para disminuir la ansiedad, mejorar la colaboración del paciente y facilitar la realización de tratamientos que, de otro modo, podrían resultar inviables en el ámbito odontológico, y especialmente en Odontopediatría.
Una técnica habitual en la práctica clínica
Se trata de una técnica habitual en la práctica clínica con un elevado perfil de seguridad cuando se realiza en las condiciones adecuadas, «si bien, como sucede con cualquier procedimiento médico, no está completamente exenta de riesgos».
Por todo ello, los dentistas apelan a la prudencia porque «corresponde a las autoridades competentes y a la justicia esclarecer con rigor las circunstancias concretas de lo ocurrido». «Hasta que finalicen dichas investigaciones, consideramos imprescindible evitar conjeturas o juicios paralelos que puedan generar confusión o incrementar el sufrimiento de la familia», subraya el comunicado.
También hacen un llamamiento a los medios y la opinión pública para que actúen con «la máxima responsabilidad y respeto», evitando la difusión de datos que puedan identificar a la menor o a su entorno, las «especulaciones no fundamentadas sobre actuaciones profesionales concretas e induciendo a un linchamiento público de los profesionales sanitarios intervinientes».
Todo ello con el objetivo de proteger a la familia, preservar la dignidad de la menor y garantizar que la información que se traslade a la ciudadanía sea siempre «rigurosa, contrastada y respetuosa».