APUNTE.COM.DO, Santo Domingo. –En el lenguaje popular dominicano, la expresión “darle leña al mono” se ha convertido en una forma contundente de describir el momento en que alguien decide actuar con firmeza para frenar un desorden o corregir un comportamiento que se fue de la mano.
La frase, aunque coloquial, tiene un trasfondo social profundo.
Resume la necesidad de poner límites cuando la paciencia se agota y la gente confunde la tolerancia con debilidad.
En el hogar, se usa cuando los hijos cruzan la línea.
En el trabajo, cuando alguien insiste en desafiar la autoridad.
Y en la vida pública, aparece cuando las instituciones o autoridades deben poner orden sin rodeos.
El dominicano es paciente, pero no ingenuo.
Sabe aguantar, negociar y conversar.
Pero también entiende que hay momentos en los que la firmeza es la única vía para recuperar el control.
“Darle leña al mono”, en ese sentido, no es violencia.
Es una metáfora del límite, de la autoridad y del respeto.
Una forma sencilla de decir que el desorden terminó.
Comentario de Ramiro Estrella
Ramiro Estrella, periodista y abogado, director ejecutivo de Apunte.com.do, considera que esta expresión sigue vigente porque retrata con exactitud el carácter del dominicano.
“En República Dominicana, la gente valora la paciencia, pero respeta la autoridad. Cuando la permisividad se convierte en caos, la sociedad demanda acción. Y es ahí donde surge ese llamado popular: ‘hay que darle leña al mono’. No se trata de dureza sin sentido, sino de poner orden cuando ya no queda otra alternativa”, afirmó Estrella.
Su reflexión apunta a un equilibrio que muchas veces se pierde:
dialogar cuando se puede, actuar cuando se debe.
La expresión persiste porque, más allá del chiste o la broma, comunica una verdad sencilla:
hay situaciones en las que la firmeza es el único lenguaje que funciona.