APUNTE.COM.DO, Santo Domingo. – En la sociedad dominicana existe un personaje muy común: el aguajero. Es la persona que proyecta una imagen que no se corresponde con su realidad.

Los aguajeros presumen bienes, éxito y estatus.
Pero casi nunca poseen lo que dicen tener.

Su comportamiento se basa en la exageración.
Hablan alto, presumen y buscan llamar la atención.

Especialistas explican que este fenómeno está ligado a la presión social.
La apariencia pesa más que el esfuerzo real.

Las redes sociales han multiplicado el problema.
Ahora es más fácil aparentar y más difícil ser auténtico.

Para el periodista y abogado Ramiro Estrella, director ejecutivo de Apunte.com.do, este comportamiento revela una necesidad profunda.
“Muchos prefieren mostrar éxito en lugar de construirlo. La sociedad valora la imagen, y eso ha creado modelos vacíos que confunden a los jóvenes”, afirmó.

Los aguajeros seguirán presentes en todos los espacios del país.
Son parte de una cultura donde la validación externa vale más que la realidad interna.